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El primer grupo de mujeres y niños australianos retenidos en un campamento sirio desde la caída del grupo Estado Islámico en 2019 se dirigió a Sídney a pesar de que los opositores del gobierno argumentan que representan una amenaza extremista inaceptable, informó un medio de comunicación el viernes.
Las cuatro mujeres y los 13 niños habían abandonado el jueves el campo de detención de Roj, en el noreste de Siria, y fueron llevados a Irak antes de abordar un vuelo a Australia, informó Australian Broadcasting Corp.
Serían los únicos australianos implicados en la campaña del Estado Islámico en Oriente Medio en ser repatriados oficialmente, aparte de los ocho hijos de dos combatientes asesinados. Los hijos y nietos de los combatientes fueron devueltos por el anterior gobierno australiano en 2019.
El primer ministro Anthony Albanese no comentó los detalles del informe de la ABC. Tampoco quiso decir qué ocurriría una vez que el grupo llegara a Australia o si serían vigilados.
“Mi gobierno siempre actuará para mantener la seguridad de los australianos y siempre actuará siguiendo el consejo de las agencias de seguridad nacional”, dijo Albanese a los periodistas.
La ministra del Interior, Clare O’Neil, también declinó hacer comentarios.
“Dada la naturaleza sensible de los asuntos en cuestión, sería inapropiado hacer más comentarios”, dijo su oficina en un comunicado.
Los funcionarios australianos habían evaluado al grupo que regresó como el más vulnerable entre las 60 mujeres y niños australianos retenidos en Roj, dijo la ABC. La mayoría de los niños habían nacido en Siria.
Su regreso sería probablemente el primer paso en la repatriación de todos los australianos detenidos en Siria, informó la ABC.
Altos legisladores del anterior gobierno conservador, que fue expulsado en las elecciones de mayo tras nueve años en el poder, afirman que su administración no repatrió a más australianos de Siria por el riesgo interno que supondría que se hubieran radicalizado.
El líder de la oposición, Peter Dutton, dijo que ese punto de vista se afianzó tras una sesión informativa confidencial de Mike Burgess, director general de la Organización Australiana de Inteligencia de Seguridad, la agencia de espionaje nacional conocida como ASIO.
“Debo decir que ahora estoy más convencido de que hay un riesgo muy significativo en traer a algunas de estas personas a nuestro país que no puede ser mitigado, francamente. No al nivel que requerimos para mantener la seguridad de los australianos”, dijo Dutton a principios de este mes.
“Tenemos que entender cómo es que con recursos limitados la ASIO y la Policía Federal Australiana pueden ofrecer las garantías para mantener la seguridad de los australianos”, añadió Dutton.
Albanese dijo el viernes que su gobierno había actuado sobre el asesoramiento de seguridad nacional al igual que sus predecesores cuando los ocho niños fueron repatriados.
Los aliados de Australia en el conflicto de Oriente Medio, incluidos Estados Unidos, Alemania y Francia, ya han repatriado a decenas de sus ciudadanos en circunstancias similares en Siria.
Una mujer británica que se repatrió con su hijo este mes se convirtió en la primera adulta a la que se le permitió regresar a Gran Bretaña desde un campamento sirio desde la caída del Estado Islámico.
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