Un novedoso sistema de colchón y almohada que utiliza la calefacción y la refrigeración para engañar al cuerpo humano para que se duerma ha sido creado por ingenieros en un avance que podría conducir a nuevas formas de mejorar el sueño de las personas.
Normalmente, las personas entran en un estado de sueño cuando su temperatura corporal disminuye por la noche como parte de un ciclo de 24 horas, dijeron los investigadores, incluidos los de la Universidad de Texas en Austin.
El nuevo colchón, descrito recientemente en un nuevo estudio publicado en la revista Journal of Sleep Research, estimula el cuerpo para desencadenar la sensación de sueño y ayuda a conciliarlo más rápidamente.
“Facilitamos la disposición a conciliar el sueño manipulando los sensores internos sensibles a la temperatura corporal para ajustar brevemente el termostato del cuerpo de modo que crea que la temperatura es más alta de lo que realmente es”, dijo en un comunicado el coautor del estudio, Shahab Haghayegh, investigador de la Facultad de Medicina de Harvard.
El colchón se dirige a la piel del cuello con una almohada calentadora, ya que esta parte del cuerpo es un “importante termostato corporal para los humanos”, según los científicos.
Enfría simultáneamente las zonas centrales del cuerpo mientras calienta el cuello, las manos y los pies, aumentando el flujo sanguíneo para disipar el calor corporal.
Los científicos experimentaron con dos versiones del colchón: una que utiliza agua y otra que utiliza aire para manipular la temperatura central del cuerpo.
Los probaron con 11 sujetos, pidiéndoles que se acostaran dos horas antes de lo habitual, utilizando las funciones de enfriamiento-calentamiento de los colchones en algunas noches y no utilizándolas en otras.
Los colchones de calentamiento y de enfriamiento-calentamiento ayudaron a los participantes a dormirse más rápido, en un 58% aproximadamente, en comparación con las noches en las que no utilizaron la función de enfriamiento-calentamiento, incluso en el escenario desafiante de una hora de acostarse más temprano.
Según los científicos, la reducción de la temperatura corporal interna acortó significativamente el tiempo necesario para conciliar el sueño y mejoró notablemente la calidad del mismo.
“Es notable la eficacia del calentamiento suave a lo largo de la columna cervical a la hora de enviar una señal al cuerpo para que aumente el flujo sanguíneo a las manos y a los pies con el fin de reducir la temperatura central y precipitar el inicio del sueño”, dijo Kenneth Diller, otro coautor del estudio.
“Este mismo efecto también permite que la presión arterial descienda ligeramente durante la noche, con el beneficio de permitir que el sistema cardiovascular se recupere del estrés de mantener el flujo sanguíneo durante las actividades diarias, lo cual es muy importante para la salud a largo plazo”, añadió el Dr. Diller.
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