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Al menos 133 personas han muerto desde el inicio de las históricas protestas contra el hiyab en Irán, según una organización de derechos, y más de 40 de ellas murieron en una brutal represión policial sólo el viernes.
Las protestas, desencadenadas por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, bajo custodia policial, han dado lugar a manifestaciones sin precedentes contra las rígidas leyes del país que exigen que las mujeres se cubran la cabeza.
Las mujeres han salido a la calle quemando su hijab y cortándose el pelo en señal de desafío.
La última cifra de muertos procede de la organización Iran Human Rights, con sede en Oslo, que ha estado siguiendo las manifestaciones desde que comenzaron en la capital, Teherán, donde Amini fue detenida por la controvertida “policía de la moral” del país el 13 de septiembre.
El número de víctimas que mantiene la organización contrasta con la estimación muy conservadora de los medios de comunicación estatales iraníes, que afirman que han muerto 41 personas, incluido el personal de seguridad. Las propias autoridades iraníes no han declarado públicamente ninguna cifra de muertos.
En una de las represiones más mortíferas de las que se ha informado el viernes, se acusa al personal de seguridad de haber matado a tiros a 40 personas en una sola noche en Zahedan, capital de la provincia suroriental de Sistán-Baluchistán, afirma el grupo de derechos.
Las protestas no han hecho más que crecer en los últimos días y extenderse a más zonas, a pesar del creciente número de muertos. El lunes, las fuerzas de seguridad se enfrentaron a los estudiantes de una importante universidad de Teherán.
Los vídeos de las redes sociales muestran al personal de seguridad disparando proyectiles de gas lacrimógeno contra los estudiantes, mientras que algunos vídeos también contenían sonidos lejanos de disparos.
Mientras tanto, Amnistía Internacional calcula que hasta ahora han muerto al menos 52 personas, y que hay cientos de heridos. El grupo de derechos humanos ha denunciado que varias mujeres que protestaban contra la norma del hiyab han sufrido abusos sexuales por parte de las fuerzas de seguridad iraníes.
Iran Human Rights también afirma que el acceso a Internet se ha visto gravemente interrumpido o cortado por completo en muchas partes durante los últimos 10 días.
“La matanza de manifestantes en Irán, especialmente en Zahedan, equivale a crímenes contra la humanidad”, dijo Mahmood Amiry-Moghaddam, director de Iran Human Rights, en un comunicado.
“La comunidad internacional tiene el deber de investigar este crimen y evitar que la República Islámica cometa más crímenes”.
Amini, una mujer kurda, fue detenida por la controvertida unidad de policía de la moral que hace cumplir los códigos de vestimenta obligatorios del país para las mujeres, incluido el uso obligatorio del pañuelo en público.
Según las autoridades, murió de un ataque al corazón tres días después, mientras estaba detenida. Sin embargo, la familia de Amini alegó que había sido agredida bajo custodia y que tenía marcas visibles de lesiones en el cuerpo.
Su muerte ha encendido a las masas del país contra las normas ortodoxas que el gobierno iraní aplica a las mujeres desde la revolución islámica de la década de 1970.
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