Irán ha ejecutado a un disidente sueco-iraní condenado por liderar un grupo separatista árabe acusado de atentados, incluido uno contra un desfile militar en 2018 en el que murieron 25 personas. disidente iraní condenado por liderar un grupo separatista árabe acusado de atentados, entre ellos uno contra un desfile militar en 2018 en el que murieron 25 personas.
Habib Farajollah Chaab, también conocido como Habib Asyoud, había sido líder del Movimiento de Lucha Árabe para la Liberación de Ahwaz, un movimiento separatista árabe que ha llevado a cabo atentados contra oleoductos y otros ataques en la provincia iraní de Juzestán, rica en petróleo. Ese grupo había reivindicado el atentado de 2018 inmediatamente después.
La ejecución de Chaab se produce mientras un tribunal sueco condenó el año pasado a cadena perpetua a un iraní por su participación en las ejecuciones masivas de 1988 en Irán al final de su guerra con Irak. Teherán, que ha utilizado a los presos como moneda de cambio en las negociaciones con Occidente, reaccionó airadamente a esa sentencia. Mientras tanto, sigue habiendo tensiones entre Irán y Occidente por el rápido avance de su programa nuclear, y al menos otro preso con vínculos occidentales se enfrenta a una posible ejecución.
La agencia de noticias iraní Mizan confirmó la ejecución en la horca de Chaab en un extenso comunicado. En él se le identificaba como líder del grupo militante y se afirmaba, sin aportar pruebas, que tenía vínculos con los servicios de inteligencia suecos, israelíes y estadounidenses. Acusó a su grupo de haber matado o herido a 450 personas a lo largo de los años, incluidos múltiples atentados contra oficinas gubernamentales y otros lugares.
También identificó claramente por primera vez a oficiales de inteligencia iraníes como responsables del secuestro de Chaab, diciendo que sus “soldados desconocidos” lo capturaron en Turquía en noviembre de 2019.
El ministro de Asuntos Exteriores de Suecia, Tobias Billstrom, reaccionó con “consternación” a la ejecución de Chaab, diciendo que Suecia había rogado a Irán que no la llevara a cabo. “La pena de muerte es un castigo inhumano e irrevocable, y Suecia, junto con el resto del European Union , condena su uso en cualquier circunstancia”, dijo en un comunicado.
Los vecinos nórdicos de Suecia, Finlandia y Noruega, también condenaron enérgicamente la ejecución, subrayando su postura contraria a la pena de muerte. “Estoy consternado”, dijo el ministro de Asuntos Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto.
Ya hubo una escalada de tensiones entre Irán y Suecia por la cadena perpetua de Hamid Noury, iraní condenado en Suecia por cometer graves crímenes de guerra y asesinatos durante la fase final de la guerra Irán-Irak en la década de 1980. Al final de la guerra se produjeron ejecuciones masivas de unos 5.000 prisioneros iraníes, incluidos los de un exilio
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