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Un tribunal de Canadá ha dictaminado que Irán debe pagar $ 84 millones (£ 62 millones) en daños a las familias de seis personas con ciudadanía o residencia canadiense que murieron en el derribo de un avión de pasajeros ucraniano por parte del ejército iraní en 2020.
Un juez de Ontario dictaminó anteriormente que Irán derribó intencionalmente el vuelo PS752 de Ukraine International Airlines con dos misiles tierra-aire en enero de 2020 y mató a 176 personas, incluidas decenas de canadienses.
El desastre llevó a algunas familias de las víctimas a demandar a Irán en un tribunal civil canadiense. Un total de 55 canadienses y 30 residentes permanentes de Canadá murieron en la tragedia.
El tribunal había dictaminado que el derribo constituía un “acto de terrorismo” que permitía a los familiares de las víctimas eludir la inmunidad legal de Irán y buscar una indemnización por sus pérdidas. Irán en ese momento no defendió la demanda y el tribunal declaró anteriormente que la nación del Medio Oriente estaba “en rebeldía”.
En un fallo hecho público el lunes, el juez Edward Belobaba otorgó siete millones de dólares canadienses en daños compensatorios y 100 millones de dólares canadienses en daños punitivos, además de intereses a las familias que interpusieron la demanda en Ontario.
“Este tribunal entiende bien que las indemnizaciones por daños y perjuicios son un mal sustituto de las vidas que se perdieron”, dijo el juez Belobaba en el fallo, fechado el 31 de diciembre.
Aunque no está claro cómo las familias cobrarían la compensación de Irán, los medios locales informaron que las familias elogiaron la decisión del tribunal como “sin precedentes en la ley canadiense”.
El accidente tuvo lugar en un momento en que Washington y Teherán parecen estar cerca de la guerra. Horas antes del derribo, Irán había disparado misiles balísticos contra bases estadounidenses en Irak en represalia por el ataque con aviones no tripulados estadounidenses que asesinó al general iraní Qassem Soleimani.
El vuelo se estrelló en las afueras de Teherán con 176 a bordo, de los cuales 138 viajaban a Canadá a través de Ucrania. Según los informes, varios pasajeros eran estudiantes que regresaban a la universidad después de las vacaciones de invierno.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, había prometido llevar “justicia y responsabilidad” a las víctimas del accidente aéreo. “No descansaremos hasta que haya respuestas. No descansaremos hasta que haya justicia y rendición de cuentas”, había dicho en una vigilia, poco después del incidente.
Si bien Irán inicialmente negó su participación, la Guardia Revolucionaria paramilitar del país se disculpó públicamente y culpó a un operador de defensa aérea que, según las autoridades, confundió el Boeing 737-800 con un misil de crucero estadounidense.
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