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La limusina blindada del presidente estadounidense Joe Biden se quedó atascada en el tráfico cuando se dirigía a la Abadía de Westminster para asistir al funeral de la reina Isabel II.
Los dolientes que esperaban fueron recibidos con saludos de él y de la Primera Dama Jill Biden fuera de un Pret-a-Manger, ya que su coche de estado específicamente diseñado La Bestia estaba varado.
En los clips compartidos en línea, se puede ver a la multitud de curiosos que se habían amontonado en las calles para conmemorar al monarca saludando al presidente y a su esposa mientras la policía se adelanta en motocicletas en un intento de despejar el tráfico atascado para la enorme limusina.
A diferencia de la mayoría de los líderes extranjeros, el gobierno británico concedió al presidente estadounidense un permiso especial para utilizar su propio medio de transporte para el funeral de Estado.
A los líderes de Estado y a sus acompañantes que no se les concedió el lujo de utilizar su propio medio de transporte para el funeral del 19 de septiembre se les pidió que llegaran al Reino Unido en vuelos comerciales y se les ha prohibido utilizar helicópteros para desplazarse por la capital.
Se puso a disposición de la mayoría de los dignatarios un autobús que saldría de un lugar del oeste de Londres y llegaría en masa a la Abadía de Westminster, Politico informó.
El funeral de Estado contó con la presencia de unos 500 dignatarios de todo el mundo que acudieron a Londres para presentar sus últimos respetos al longevo monarca.
Aunque casi todos los jefes de Estado de todo el mundo recibieron una invitación para el funeral, hubo seis países que fueron notablemente excluidos.
Siria, Venezuela, Afganistán, Rusia, Bielorrusia y Myanmar no tuvieron líderes que los representaran en el funeral de Estado, mientras que Corea del Norte, Nicaragua e Irán sólo fueron invitados a nivel de embajadores.
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