John Bolton ofreció este miércoles más críticas a su exjefe, asegurando que la Casa Blanca de Donald Trump no se comportó como las administraciones presidenciales “normales” y amonestándole por la supuesta salida indebida de material clasificado del Ala Oeste.
El ex asesor de seguridad nacional habló con un grupo de periodistas en el Hotel Willard de Washington DC, donde asistía a una conferencia organizada por figuras de la oposición iraní.
El Sr. Bolton señaló que un SCIF, o Sensitive Compartmented Informaton Facility, se habría establecido en Mar-a-Lago durante la presidencia de Trump como lo fue en la propia casa del Sr. Bolton para la visualización de documentos clasificados. Esas salas seguras habrían hecho que los documentos estuvieran tan seguros como en cualquier edificio del gobierno, sostuvo.
Pero eso no es lo que parece haber ocurrido aquí, continuó el Sr. Bolton, lo que le llevó a amonestar al ex presidente.
“No necesitaba sacarlo a escondidas de la Casa Blanca”, dijo el Sr. Bolton. “Por lo que podemos decir, nunca se esforzó en preguntar. Y creo que eso es parte del problema”.
El ex funcionario de la Casa Blanca no quiso decir si creía que era posible, ya que The Washington Post informara, que los documentos relativos a temas relacionados con materiales nucleares hubieran formado parte del conjunto de documentos buscados por el Departamento de Justicia. Pero pasó a condenar lo que caracterizó como un entorno hiperpartidista bajo el cual el DoJ se ve obligado a trabajar.
“Vivimos en tiempos muy inusuales, y me preocupa que el [DoJ] esté bajo tanta presión ahora, presión del partido del presidente para procesar, presión de los partidarios de Trump para no procesar, ha dejado al departamento en una posición muy, muy difícil.”
“Creo que todos los que creemos en el estado de derecho y no queremos que se violen los procedimientos… tenemos que pensar en formas de ayudar al departamento en la parte pública y política de este asunto, explicar mejor lo que están haciendo. Hay mucha creatividad, pero tenemos que encontrar mejores formas de hacerlo. Porque el departamento está completamente paralizado en la parte política ahora”.
Sus comentarios traicionan más la preocupación por el DoJ y su personal que muchos en su partido, incluso en el Capitolio, han presentado tras la ejecución de una orden de registro en Mar-a-Lago la semana pasada. Muchos miembros del Congreso, entre ellos el líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, amenazan con realizar largas y costosas investigaciones sobre el DoJ, mientras que miembros del partido más a la derecha, como Marjorie Taylor Greene, han aullado para que se desfinancie el FBI.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional advirtieron de una creciente amenaza de violencia extremista contra las fuerzas del orden en un memorando conjunto durante el fin de semana, atribuyéndolo directamente a la redada de Mar-a-Lago. Ya se ha producido al menos un acto de violencia: Un hombre murió tras atacar una oficina del FBI en Ohio, lo que provocó un tiroteo con las fuerzas del orden en un campo de maíz. La Casa Blanca de Biden ha intentado responder a la creciente indignación de la extrema derecha con un intento de distanciarse completamente de la investigación que dirige Merrick Garland, el fiscal general, y ha insistido en que el presidente no está siendo informado sobre el asunto y que se entera de las novedades a través de las noticias.
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