La jueza Ketanji Brown Jackson dijo el miércoles que su opinión afirmando que “los presidentes no son reyes” reflejaba su visión de un gobierno federal diseñado para evitar la tiranía mediante la división de los poderes de un monarca entre tres ramas co-iguales.
La Sra. Jackson emitió el reproche ampliamente citado al entonces presidente Donald Trump en una opinión del tribunal de distrito de noviembre de 2019 en la que rechazaba las afirmaciones de que el exconsejero de la Casa Blanca, Donald McGahn, no podía hacer valer la inmunidad absoluta de una citación para testificar ante la investigación del Comité Judicial de la Cámara de Representantes sobre si el Sr. Trump obstruyó la investigación del exconsejero especial Robert Mueller sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016.
“Dicho de forma sencilla, la principal conclusión de los últimos 250 años de historia estadounidense registrada es que los presidentes no son reyes”, escribió. “Esto significa que no tienen súbditos, vinculados por la lealtad o la sangre, cuyo destino tienen derecho a controlar. Más bien, en esta tierra de libertad, es indiscutible que los empleados actuales y antiguos de la Casa Blanca trabajan para el Pueblo de los Estados Unidos, y que prestan el juramento de proteger y defender la Constitución de los Estados Unidos”.
Preguntada por su opinión más famosa en el tercer día de su audiencia de confirmación ante el Comité Judicial del Senado, la Sra. Jackson dijo que el “diseño” del gobierno de los Estados Unidos “es prevenir la tiranía”.
“Los artífices decidieron, después de experimentar la monarquía, la tiranía y cosas similares, que iban a crear un gobierno que dividiera los poderes de un monarca de varias maneras diferentes. Una era el federalismo. Era vertical, dividirían los poderes entre el gobierno federal y los estados. Otra era evitar que el propio gobierno federal se volviera demasiado poderoso al tener todas las autoridades legislativas, ejecutivas y judiciales concentradas en un solo lugar”, explicó.
“La separación de poderes es crucial para la libertad. Es sobre lo que se fundó nuestro país. Y es importante, como es coherente con mi metodología judicial, que cada poder opere dentro de su propia esfera”.
La Sra. Jackson añadió que dicha separación significaba, para ella, que los jueces “no pueden hacer leyes” y “no deberían ser responsables de las políticas”.
“Eso forma parte de nuestro diseño constitucional y evita que nuestro gobierno sea demasiado poderoso e invada la libertad individual”, dijo.
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