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Kim Kardashian se ha convertido en la protagonista de un desfile para Dolce&Gabbana en el que se ha inspirado en 20 años de historia.
Fue un día de estrenos en Milán, incluyendo a Maximilian Davis, un diseñador británico de 27 años con raíces afro-caribeñas, en el timón creativo de Salvatore Ferragamo y el diseñador filipino-americano Rhuigi Villasenor en Bally, ya que la marca vuelve a la pasarela por primera vez en 20 años.
Algunos aspectos destacados de la cuarta jornada de la Semana de la Moda de Milán, en la que se presentaron los avances de la moda femenina para la próxima primavera y el verano:
KIM KARDASHIAN Y DOLCE&GABBANA: LA HISTORIA DE FONDO
El amor de Kim Kardashian por Dolce&Gabbana se remonta a mucho tiempo atrás, y el afecto se demostró en su selección de la última colección, basada en looks de archivo de 1987 a 2007.
Recuerda que creció viendo a su madre vestirse de Dolce & Gabbana para las noches de cita con su padrastro, recordando que “siempre parecía tan elegante y tan fuerte”. Un año, Kardashian pidió prestado uno de los vestidos negros de Dolce & Gabbana de su madre con un sujetador incorporado y una gargantilla para usar para una tarjeta de Navidad de la familia, un aspecto, dijo, “nunca olvidaré.”
Cuando Kardashian y sus hermanas tenían una tienda, pidió prestada la tarjeta de crédito de su padre para comprar un montón de vestidos, vaqueros y cinturones de D&G.
Incluso los perros de la familia se llamaban Dolce y Gabbana. Gabbana era un labrador negro, Dolce un pequeño chihuahua.
“Está muy cerca de la realidad”, bromeó Stefano Gabbana en una presentación de la nueva colección.
Pero por mucho que lo intentara, incluso desplegando a su madre, Kris Jenner, para que la ayudara a defender su caso, los diseñadores se negaron a abrir sus archivos. “El pasado es el pasado”, explicó Domenico Dolce. “Intentamos seguir adelante con la nueva generación”.
Eso, hasta que Kardashian demostró que tenía lo que había que tener.
Cuando Kourtney Kardashian se casó con Travis Barker en Italia, las redes sociales se llenaron de los vestidos vintage de Dolce & Gabbana que llevaron ella y sus hermanas. Todos ellos pertenecían a la colección privada de Kim Kardashian, que acumuló con la ayuda de un libro de más de 100 looks deseados de Dolce & Gabbana que ella y su estilista recopilaron años antes.
“Todo parecía una locura. Fue muy divertido”, dijo Kardashian sobre los looks de la boda. “Creo que (los diseñadores) se sorprendieron de que viniera con todas mis cosas y que las hubiera estado coleccionando durante años”.
Dolce dijo que las fotos de la boda les convencieron para indagar en los archivos, y se acercó a Kardashian para el proyecto.
“Teníamos miedo de que los vestidos vintages parecieran viejos. En cambio, seguían siendo contemporáneos”, dijo Dolce.
Y así nació la nueva colección Primavera-Verano 2023, en la que los diseñadores seleccionaron looks del pasado que les encantaban, muchos de ellos con recuerdos de haber trabajado con modelos como Linda Evangelista y Monica Bellucci. A partir de ahí, Kardashian se encargó de la selección.
“Después de todos estos años, esto es todo lo que nos pondríamos hoy”, dijo Kardashian. “Como diseñadora, me parecería genial ver que todo el mundo intenta emular los looks. Y por qué no hacer una colección completa, obviamente con algunas piezas nuevas, pero simplemente reimaginadas de manera que las llevaríamos hoy en día, que es tan similar a cómo se rodó y se llevó entonces.”
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HASHTAG CIAO: KIM EN DOLCE & GABBANA
Los diseñadores Dolce y Gabbana presentaron su colección Primavera-Verano 2023 comisariada por Kim Kardashian con el telón de fondo de una película que muestra a Kardashian, estilizada como una starlet, comiendo sensualmente un plato de pasta.
Y, efectivamente, el comisariado de Kardashian mostró su total aceptación de las raíces italianas de Dolce & Gabbana.
“Simplemente no aceptas mierda de nadie cuando estás aquí y llevas Dolce & Gabbana”, dijo Kardashian a los periodistas. “Te sientes poderosa, y fuerte y sexy al mismo tiempo”.
La lencería inspiró fuertemente la colección. Había corsés, sujetadores incorporados y bodys, que empleaban todos los mejores trucos del diseñador, desde huesos rígidos como elementos estructurales, hasta bonitos encajes y llamativos cristales. Se llevaban con medias de guante y guantes largos, o bajo hermosos envoltorios.
Kardashian se ciñó a una paleta mayoritariamente neutra: negro, gris y beige, con algo de burdeos. Y no aceptó los estampados, rechazando por completo las frutas y flores de la marca, por lo que Gabbana se lamentó: “Me ha matado. Dije ‘¡Nooo!'”.
Pero apostó por el leopardo.
“Yo diría que los chicos sacaron el leopardo que hay en mí”, dijo Kardashian. “Creo que lo verán por mí,el color son los cristales”.
La colección se diseñó pensando en mujeres de todas las edades y formas, dijo Kardashian, con el objetivo de simplificar los diseños para que algunas de las piezas más ornamentadas resulten menos intimidantes.
“Si lo simplificas, más gente puede sentirse segura de llevarlo. Y creo que lo hemos conseguido en el desfile”, dijo.
La madre de Kardashian, tres de sus hijos y su hermana Khloe se sentaron en primera fila. La orgullosa mamá Kris Jenner filmando todo el show con su teléfono.
LA TRANQUILIDAD DE JIL SANDER
Jil Sander creó una isla tranquila en la caótica semana de la moda de Milán, llenando un espacio temporal para el desfile en un campo lejano con un matorral de flores silvestres y hierbas, junto con pasteles relajantes y siluetas indulgentes.
La colección se presta a una fácil superposición de capas y desafía todos los estereotipos de género. Los directores creativos Lucie y Luke Maier siguieron incursionando en los adornos, añadiendo lentejuelas, plumas y acentos metálicos a la silueta minimalista de la marca.
Los trajes sin mangas funcionaron en todos los géneros, y los hombres lucieron largas faldas escocesas en tonos pastel con camisas abotonadas. Las prendas de punto estaban desgastadas, con bordes ásperos y aberturas, tanto en tops como en vestidos. Los diseñadores eligieron un único estampado, con puntos de luz borrosos.
Las modelos llevaban paraguas para proteger los looks de las lluvias estacionales, bienvenidas en Italia tras meses de sequía.
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