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Una semana después de que la policía de Washington DC encontrara cinco fetos en el domicilio de la activista antiabortista Lauren Handy, un grupo provida afirma que ésta tenía supuestamente 115 más que ayudó a bautizar y enterrar en un cementerio privado.
El grupo Progressive Anti-Abortion Uprising (PAAU) proyectó un vídeo en el que supuestamente se veía a los activistas utilizando un cuchillo de cocina para cortar una caja de cartón de “Curtis Bay Energy” con una etiqueta de riesgo biológico antes de descubrir lo que, según ellos, eran 115 fetos, la mayoría en las primeras fases de gestación, informó el Washingtonian.
El grupo dijo que un sacerdote acudió al apartamento de la Sra. Handy para nombrar y bendecir a los bebés, celebrando una misa funeral antes de enterrar a 110 de los fetos en un “cementerio privado” no identificado.”
La Sra. Handy, que es la directora de activismo del grupo, dijo en la conferencia de prensa: “Durante los cinco días que estuvieron bajo mi dirección, las 115 víctimas de la violencia del aborto recibieron una misa funeral por los niños no bautizados y 110… recibieron un entierro adecuado en un cementerio privado”.
El 25 de marzo, ella, junto con otros activistas, había acudido a una clínica quirúrgica de Washington para protestar contra los abortos, cuando encontraron a un conductor cargando cajas con riesgo biológico en su camión, en el exterior, informó The Daily Beast.
El grupo supuestamente convenció al conductor para que les diera una caja, prometiendo dar a los fetos un “entierro apropiado”.
La fundadora y directora ejecutiva de PAAU, Terrisa Bukovinac, dijo en la conferencia de prensa que el Departamento de Justicia de Estados Unidos debería procesar a Cesare Santagelo, médico de la clínica.
El empleador del conductor, Curtis Bay Medical Waste Services, ha negado la versión del grupo.
En una comparecencia judicial el lunes, la Sra. Handy se declaró no culpable de obstruir una clínica de abortos en octubre de 2020, casi una semana después de que la policía descubriera los cinco fetos en su casa.
El miércoles pasado, la Sra. Handy fue acusada de conspiración para bloquear una clínica de aborto y de violar la Ley de Libertad de Acceso a las Clínicas (FACE), que prohíbe a los individuos bloquear físicamente el acceso de las personas a la atención reproductiva.
La Sra. Handy estaba entre las nueve personas que fueron acusadas del bloqueo en octubre de 2020, dijo el departamento de justicia, con el grupo acusado de usar sus “cuerpos, muebles, cadenas y cuerdas” para bloquear el funcionamiento de la clínica.
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