Las técnicas utilizadas por los siervos del Imperio Inca para construir canales hace 500 años están siendo resucitadas en Perú para canalizar el agua que tanto necesitan las comunidades remotas de las montañas y la ciudad de Lima.
Gregorio Ríos, de 74 años, supervisó la renovación de la vasta red de canales por encima de San Pedro de Casta, un pueblo a 3.000 metros sobre el nivel del mar en el distrito de Huarochirí del país sudamericano.
Los canales fueron construidos hace siglos por la etnia Yapani con arcilla y rocas ingeniosamente comprimidas durante mucho tiempo.
La municipalidad local utilizó anteriormente hormigón para construir nuevos canales modernos, pero éste sofocó el crecimiento de las plantas, afectando al ecosistema local, y se desmoronó después de sólo 10 años.
Los canales de Yapani, en cambio, tienen más de 500 años. Los nuevos canales construidos con las técnicas antiguas duran más de 100 años si se construyen correctamente. También son permeables, por lo que el agua se filtra y las raíces de las plantas ayudan a anclar la estructura en su sitio.
El Sr. Ríos, cuyo trabajo cuenta con el apoyo de la organización benéfica Practical Action, con sede en Warwickshire, dijo: “Nuestros antepasados construían los canales con roca y arcilla. Ese conocimiento se está perdiendo y nos interesa recuperarlo”.
“Tenemos que tomar el control de la gestión del agua para los cultivos. Todo esto se hace gracias a los conocimientos de nuestros antepasados”.
San Pedro, aislado en el mejor de los casos, estuvo aislado del resto del Perú durante un año a causa de la pandemia de Covid-19, durante la cual se cree que cada familia del pueblo perdió a alguien a causa del virus.
Pero los lugareños aprovecharon la oportunidad para reconstruir los canales. La recuperación llevó a 30 trabajadores del pueblo cuatro meses. La mayor parte de la comunidad participa en el proyecto porque los cultivos locales, como el aguacate, las manzanas y el maíz, dependen de él.
Acción Práctica apoyó a la comunidad colaborando con los líderes locales para organizar una mano de obra voluntaria y ayudó a pagar el transporte de los materiales de construcción y de las personas a las zonas de montaña donde se originan los manantiales y los pequeños lagos. También proporciona pluviómetros sencillos para medir las precipitaciones y ayudar a predecir las inundaciones en la cuenca del río.
El acceso al agua en Lima, la capital de Perú, es cada vez más difícil. Es la segunda ciudad más seca del mundo y los glaciares de los Andes se están derritiendo a un ritmo alarmante debido a la crisis climática.
Las técnicas utilizadas por el Sr. Ríos pueden ser un arma vital a medida que el agua escasea, sobre todo en las comunidades aisladas.
María Caballero, analista de escenarios climáticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología de Perú, dijo: “Perú es uno de los países más vulnerables al cambio climático. Es una región tropical con glaciares de montaña y una larga costa.
“Los glaciares se están derritiendo rápidamente y estamos perdiendo su potencial como recurso hídrico”.
Sam Webb viajó a Perú con la organización benéfica Practical Action
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