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En la primera carrera por la alcaldía de Filadelfia desde que la delincuencia se disparó durante la pandemia de coronavirus, el campo demócrata lleno está tratando de hacer de la seguridad pública una piedra angular de la campaña, abogando por enfoques que van desde las intervenciones de salud mental y calles más limpias a los ecos de “ la retórica republicana de mano dura contra la delincuencia.
Seis demócratas son considerados serios aspirantes a suceder al alcalde Jim Kenney. Dado que Filadelfia tiene un fuerte peso demócrata, sus primarias del 16 de mayo probablemente determinarán quién lidera la sexta ciudad más grande del país.
No sólo hablan de la violencia con armas de fuego (473 personas murieron por disparos y 1.789 resultaron heridas por arma de fuego el año pasado, según las estadísticas municipales), sino también de cómo abordarían otros problemas de salud y seguridad públicas, como la falta de iluminación en las calles y los problemas con la recogida de basuras.
“Un repunte de la delincuencia durante dos años deja profundas cicatrices en las ciudades, y lo estamos viendo en este ciclo electoral”, afirmó John Roman, director del Centro de Seguridad Pública y Justicia, organización no partidista que forma parte de la organización de investigación social NORC de la Universidad de Chicago. Roman también forma parte del Grupo de Trabajo sobre Tendencias Delictivas del Consejo de Justicia Penal, un grupo no partidista que elabora sugerencias políticas para hacer frente a la delincuencia.
El único candidato republicano a la alcaldía, el ex concejal David Oh, apuntó contra el movimiento “defund the police” (desfinanciar la policía), que trata de atajar la delincuencia con otros medios que no sean más policías, y pidió que se dote de todo el personal necesario al departamento. Algunos de los candidatos demócratas también se han inclinado por la lucha contra la delincuencia a través de la policía.
La ex concejala y legisladora estatal Cherelle Parker, que anteriormente luchó para detener el uso inconstitucional y discriminatorio de la táctica policial conocida como “parar y cachear”, dice que la policía debería poder usar su discreción para detener a alguien cuando presencie algo sospechoso.
“No se trata de lo uno o de lo otro— habrá que rendir cuentas, también habrá reforma, pero utilizaremos todas las herramientas de la caja de herramientas para garantizar que nuestra ciudad sea más segura, más limpia y más verde”, dijo Parker en un debate.
Los candidatos Jeff Brown y Allan Domb también apoyan soluciones policiales contundentes. Brown, un outsider de la política que tiene franquicias de tiendas de comestibles, obtuvo el respaldo de la Orden Fraternal de Policía local y prometió más agentes y financiación para la policía en los presupuestos municipales. Domb, antiguo concejal, dijo que convocaría una Creo que ése es uno de los mayores problemas que tenemos”, afirmó. “He tenido muy claro que la violencia en nuestra ciudad tiene su origen directo en la falta de inversión en las personas y en los barrios y comunidades, por lo que un programa de seguridad debe basarse en un programa de inversión”.
Los votantes que responden a las encuestas tienden a estar de acuerdo, enumerando las necesidades de salud mental y abuso de sustancias; el acceso a oportunidades, educación y vivienda; y sacar las armas ilegales de la calle como las principales soluciones a la delincuencia, dijo Insha Rahman, vicepresidente de defensa y asociaciones para el Instituto Vera de Justicia, una organización que trabaja para transformar los sistemas legales y de inmigración.
De hecho, el público se ha vuelto menos punitivo en las últimas tres décadas y su deseo de ver ese cambio en la política pública se refleja tanto en la cabina de votación como en la forma en que los políticos se comportan para ganar aprobación, dijo Justin Pickett, investigador de la Universidad de Albany.
“Siguen las tendencias de la opinión pública y, en esa dirección, se fijan en las políticas que tienen un apoyo realmente alto,” dijo.
John Fetterman, que ganó las elecciones al Senado de Pensilvania el año pasado, parece haber seguido ese mensaje. Durante su campaña, habló de garantizar la seguridad pública de una manera que nunca llegó a la retórica de “mano dura contra el crimen”. Es una vía que pocos demócratas eligen, señaló Rahman.
“Hizo de la delincuencia y la seguridad un tema de mesa y dijo: “Podemos tener seguridad y justicia, nos lo merecemos y necesitamos ambas” Eso realmente atrajo a los votantes,” dijo, señalando que aunque las encuestas a pie de urna mostraron que la delincuencia era un problema para los votantes, Fetterman ganó contra su oponente republicano de mano dura contra la delincuencia.
“Eso’es una especie de cambio notable en cómo los votantes ven a los demócratas en su manejo de la delincuencia y la seguridad,” dijo.
El progresista Brandon Johnson ganó las recientes elecciones a la alcaldía de Chicago tras retractarse de su anterior propuesta de “desfinanciar la policía” y rechazar la sugerencia de su oponente Paul Vallas de que Chicago debería contratar a cientos de agentes más. En su lugar, Johnson abogó por invertir más en salud mental, vivienda asequible y empleo para los jóvenes.
El resultado de esa contienda y de la de Filadelfia podría determinar la forma en que el Partido Demócrata aborde la delincuencia y la seguridad pública en futuras elecciones nacionales, dijo Michael Sances, profesor asociado de la Universidad de Temple.
“Nos habla de la política intrapartidista en el Partido Demócrata — cuál es su postura respecto a la policía, cómo conciliar con la reforma,” dijo.
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Brooke Schultz es miembro de Associated Press/Report for America Statehouse News.
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