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La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, defendió el jueves que el gobierno de Biden no se refiera a las acusaciones de que las fuerzas rusas están atacando centros civiles en su actual invasión de Ucrania como crímenes de guerra.
La principal portavoz del presidente dijo que las acusaciones sobre la conducta de los militares rusos estaban siendo revisadas por expertos de la Casa Blanca.
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Sus comentarios se producen mientras el primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, ya ha calificado las acciones de Rusia como una violación de las normas de guerra reconocidas internacionalmente.
“El primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, … dijo que los ataques de Rusia contra la población civil se califican plenamente como un crimen de guerra. El presidente no quiso ir tan lejos cuando se le preguntó ayer. ¿Por qué se ha mostrado reacio a calificar las acciones de Vladimir Putin como crimen de guerra?”, preguntó un periodista.
“Bueno, hay un proceso y hemos puesto en marcha un proceso… para evaluar las pruebas de lo que estamos viendo que ocurre sobre el terreno. Ese es un proceso estándar del gobierno estadounidense”, respondió Psaki.
Añadió que ha habido “informes de una serie de tácticas bárbaras”, incluyendo el ataque a civiles, pero añadió que cualquier calificación de tales crímenes saldría de los canales federales estándar, lo que normalmente significa una declaración del Departamento de Estado.
El miércoles, Johnson dijo rotundamente durante las preguntas del primer ministro que los bombardeos rusos contra objetivos civiles “ya se califican plenamente como crímenes de guerra”. Un fiscal de la Corte Penal Internacional anunció el miércoles el inicio de una investigación por crímenes de guerra sobre este asunto, tras recibir una solicitud de intervención de decenas de países.
Durante la sesión informativa, la alta funcionaria de la Casa Blanca también se refirió a la información táctica que Estados Unidos ha anunciado que está compartiendo con los militares ucranianos, que, según dijo, no se extiende a la información sobre objetivos, sino que incluye información “en tiempo real”.
“Hemos estado compartiendo constantemente información de inteligencia … que ha sido continua, y los informes que sugieren lo contrario son inexactos”, dijo.
Y preguntada por la posibilidad de que Estados Unidos u Occidente tomen medidas para frustrar o ralentizar un enorme convoy militar ruso que está estancado pero que supuestamente se dirige a Kiev, Psaki reiteró que la administración de Biden “no estaba tomando medidas para provocar una guerra con Rusia”.
Sus declaraciones se producen cuando el presidente de Ucrania ha cuestionado públicamente por primera vez por qué no llegó más ayuda de la administración Biden y de Occidente antes de que comenzara la invasión rusa, al tiempo que aplaudía la que se había entregado hasta ahora.
“Puedo decir la verdad. Es una pena que haya empezado después del comienzo de esta guerra, pero lo tenemos. Mi agradecimiento a él y a su equipo. Así que ahora podemos hablar a menudo”, dijo el jueves el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky a Fox News.
La Casa Blanca ha pisado una línea muy fina en los últimos días al prometer un aislamiento total de Rusia en la escena mundial y al tomar medidas sin precedentes para armar a Ucrania al tiempo que perjudica a la economía y al sector de la defensa de Rusia. Al mismo tiempo, Estados Unidos se compromete a no entrar directamente en una guerra con Rusia y se ha mostrado inflexible en cuanto a no utilizar las tropas estadounidenses para defender el suelo ucraniano.
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