Lo más probable es que la periodista palestina Shireen Abu Akleh recibiera un disparo de un soldado israelí de una unidad de élite, según ha concluido una nueva investigación de un mes de duración realizada por The New York Times .
Abu Akleh, corresponsal de Al Jazeera, murió por disparos el 11 de mayo mientras cubría una redada en la ciudad ocupada de Yenín, en Cisjordania. La emisora con sede en Qatar afirmó que el conocido reportero palestino y estadounidense fue asesinado por israelíes, afirmando que basaba esta valoración en fotos, vídeos y testimonios de testigos de ese día.
Según la investigación del NYT sobre el fatal tiroteo, la bala que mató al periodista fue disparada desde el lugar aproximado donde estaba estacionado un convoy militar israelí.
También rechazó las afirmaciones de Israel de que los palestinos fueron los culpables del tiroteo, ya que dijo que no había palestinos armados en las inmediaciones de Abu Akleh cuando la alcanzó el disparo. En un principio, Israel atribuyó la muerte a pistoleros palestinos, antes de afirmar que era posible que un soldado israelí hubiera disparado por error. Israel ha descartado abrir una investigación criminal sobre el incidente.
Al menos 16 disparos se efectuaron desde el punto en el que estaba estacionado el convoy israelí, según informó el New York Times basándose en un análisis del audio, contradiciendo la afirmación de Israel de que sólo se dispararon cinco balas en dirección a la periodista.
Pero la investigación no pudo concluir si la persona que disparó reconoció a la periodista e intentó apuntarle personalmente, o si el tirador vio que Abu Akleh y sus colegas llevaban chalecos protectores con la palabra “Prensa”.
Según la autopsia realizada por la autoridad palestina que gobierna parte de Cisjordania, una de las balas entró en el cráneo de Abu Akleh por detrás, salió por la frente y golpeó el interior del casco, antes de rebotar en la cabeza.
La investigación reconstruyó los acontecimientos que condujeron al asesinato de Abu Akleh utilizando vídeos de todas las fuentes posibles, incluidos los de periodistas, cámaras de seguridad y transeúntes.
Al menos siete testigos fueron interrogados y también se utilizaron testimonios de militares israelíes.
El periodista, de 51 años, nació en Jerusalén y comenzó a trabajar para Al Jazeera en 1997. Abu Akleh informaba regularmente ante las cámaras desde los territorios palestinos.
El asesinato y los posteriores ataques de las fuerzas israelíes contra las personas que lloraban su muerte han provocado un revuelo internacional y han suscitado nuevos interrogantes sobre las tácticas empleadas en las zonas palestinas bajo su control militar.
Otras muchas investigaciones, como las de CNN, The Washington Post y el grupo de investigación Bellingcat, han señalado a las fuerzas israelíes como responsables del asesinato de Abu Akleh.
Una investigación de Associated Press descubrió que el periodista estaba en “clara línea de visión” de un convoy de hombres armados israelíes, que habían sido enviados para sacar a soldados implicados en una redada militar en New Camp Street. Abu Akleh y otros periodistas se encontraban en el lugar para cubrir la operación.
Múltiples vídeos y fotografías de aquella mañana muestran en tiempo real a los reporteros y a otros transeúntes cubriéndose de las balas disparadas desde la dirección del convoy, según AP.
El grupo de investigación Bellingcat, con sede en Holanda, también confirmó en su análisis que las fuerzas israelíes estaban muy cerca del periodista y tenían una mejor línea de visión.
Una investigación de la Autoridad Palestina también llegó a conclusiones similares, afirmando que los soldados israelíes “atacaron directa y deliberadamente” a Abu Akleh y a otros periodistas cuando intentaban escapar del lugar.
Israel ha negado rotundamente la acusación de que Abu Akleh fuera atacado deliberadamente, y el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, declaró en mayo que la investigación de la Autoridad Palestina era tendenciosa. También rechazó la “supuesta investigación” de la CNN.
Según las fuerzas militares del país, Abu Akleh murió en un tiroteo durante una compleja operación militar contra militantes palestinos. Sólo un sofisticado análisis balístico de la bala podría confirmar si fue disparada por un soldado israelí o por un militante, ha dicho Israel, pero las autoridades palestinas se han negado a entregar la bala,diciendo que no confían en que Israel se investigue a sí mismo.
La semana pasada, la cadena de noticias Al Jazeera compartió una imagen de la bala que mató a su periodista. Se trata de un proyectil de 5,56 mm de fabricación estadounidense, que se utiliza habitualmente con los fusiles M4, el arma más utilizada por las fuerzas israelíes.
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