Las imágenes de vigilancia que Donald Trump y Rudy Giuliani afirmaron repetidamente que mostraban a una trabajadora electoral de Georgia cometiendo fraude electoral con una memoria USB en realidad la mostraban sosteniendo una menta de jengibre, según el testimonio de este martes en las audiencias del 6 de enero.
Después de las elecciones de 2020, el expresidente y su abogado señalaron repetidamente las imágenes de la trabajadora electoral de Georgia Shaye Moss y afirmaron que la mostraban usando una memoria USB y una maleta para comprometer las elecciones.
Incluso después de que los funcionarios investigaran y descubrieran que no se había producido fraude electoral, ambos hombres siguieron difundiendo la falsa afirmación, una experiencia que llevó a la Sra. Moss y a su madre a recibir violentas amenazas racistas en Internet.
“Había un montón de cosas horribles ahí dentro” dijo el martes en su testimonio ante el comité del 6 de enero. “Amenazas, un montón de amenazas deseándome la muerte. Me decían que iría a la cárcel con mi madre y me decían cosas como: alégrate de que estemos en 2020 y no en 1920. ”
En otra parte de la audiencia, los funcionarios electorales de Georgia describieron cómo el fiscal general de la administración Trump, Bill Barr, les pidió que investigaran las acusaciones, incluida la de que los trabajadores electorales estaban llenando una maleta con boletas, que concluyeron que eran infundadas.
“El FBI entrevistó a los individuos retratados en los videos que supuestamente estaban contando tres veces las boletas y determinó que no ocurrió nada irregular en el conteo y que las acusaciones hechas por el señor Giuliani eran falsas,” dijo el ex fiscal estadounidense de Georgia BJay Pak al comité especial.
Las falsas afirmaciones electorales de los principales republicanos pusieron patas arriba la vida de la Sra. Moss, según declaró.
“Ya no doy mi tarjeta de visita. No transfiero llamadas. No quiero que nadie sepa mi nombre. No quiero ir a ningún sitio con mi madre porque podría gritar mi nombre en el pasillo de la compra o algo así. No voy a la tienda de comestibles, no he ido a ningún sitio”, dijo Moss.
“He engordado unos 18 kilos. Ya no hago nada. No quiero ir a ninguna parte. Me cuestiono todo lo que hago. Ha afectado a mi vida en gran medida, en todos los sentidos, todo por culpa de las mentiras. Para mí, hacer mi trabajo, lo mismo que he hecho siempre”, añadió.
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