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Una mujer de Nueva York acusada de empujar mortalmente a un profesor de canto de Broadway estaba enfadada porque la habían echado de un parque de la ciudad, según la acusación.
Lauren Pazienza, de 26 años, está acusada de empujar al suelo a Barbara Gustern, de 87 años, causándole daños cerebrales al caer y golpearse la cabeza contra la acera.
La mujer falleció cinco días después del ataque no provocado, por lo que la Sra. Pazienza ha sido acusada de homicidio y agresión.
La nativa de Long Island se enfrenta a hasta 25 años entre rejas si es declarada culpable y un juez ordenó esta semana su detención sin fianza, dictaminando que es un riesgo potencial de fuga.
Los fiscales del caso han establecido una línea de tiempo de lo que afirman que sucedió en el período previo a su supuesto ataque a Gustern en marzo.
Alegan que ella pasó la noche del 10 de marzo de compras en galerías con su prometido en el barrio de Chelsea, en Manhattan, para celebrar los 100 días que les faltaban para casarse, según los documentos judiciales.
Su prometido dijo a los investigadores que la Sra. Pazienza tomó “varios vasos de vino”, antes de que la pareja se detuviera en un carrito de comida, según la documentación presentada por la Oficina del Fiscal del Distrito de Manhattan.
A continuación, se llevaron la comida al parque de Chelsea para comer, pero antes de que pudieran terminar un empleado del parque les dijo que tendrían que marcharse antes de que cerrara a las 11 de la noche.
“La acusada se enfadó, empezó a gritar e insultar al empleado del parque, tiró su comida sobre su prometido y salió furiosa del parque”, afirman los fiscales.
El prometido de la Sra. Pazienza dijo a los investigadores que había recogido sus cosas y planeaba volver a su apartamento en Queens, ya que no sabía dónde había ido ella.
Los fiscales dicen que la sospechosa había “irrumpido” en la calle donde vio a Gustern, quien le dijo a un amigo “en lo que resultaron ser sus últimas palabras” que una mujer de pelo oscuro “cruzó corriendo la calle”, la llamó “b***h” y la empujó tan fuerte como “nunca la habían golpeado en su vida.”
Los fiscales alegan que la Sra. Pazienza entonces “se dio la vuelta y se alejó, dejando a la Sra. Gustern tendida en la acera, sangrando por la cabeza.”
Los documentos judiciales afirman que el sospechoso pesa 175 libras, mientras que la víctima pesaba menos de 100 libras cuando murió.
El amigo ayudó a Gustern a volver a su apartamento en el vecindario, antes de ser llevada finalmente a un hospital donde más tarde murió a causa de sus heridas.
El médico forense dijo que la herida mortal que la mató fue causada por “fuerza sustancial”.
Está previsto que la Sra. Pazienza vuelva a comparecer ante el tribunal el 26 de julio.
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