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Una mujer congoleña fue secuestrada por militantes en la República Democrática del Congo, atada, golpeada, desnudada y obligada a cocinar y comer carne humana, según informó el miércoles un grupo de derechos al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Julienne Lusenge, presidenta de Solidaridad Femenina para la Paz y el Desarrollo Integrados, de la República Democrática del Congo, habló sobre el empeoramiento de la situación de seguridad en el país debido al terrorismo de los grupos armados.
La Sra. Lusenge se refirió a una mujer congoleña que, tras proporcionar dinero para el rescate de un miembro de su familia que había sido secuestrado, fue atada, golpeada, despojada de sus ropas y sus secuestradores le pidieron que cocinara y, junto con otros prisioneros, comiera la carne de un hombre nande asesinado por la milicia Codeco (Cooperativa para el Desarrollo del Congo).
“Le sacaron las entrañas y me pidieron que las cocinara. Me trajeron dos recipientes de agua para preparar el resto de la comida. A continuación, alimentaron a todos los prisioneros con carne humana”, dijo la Sra. Lusenge, relatando la historia de la mujer.
Aunque la mujer fue liberada a los pocos días, fue secuestrada por otro grupo de milicianos cuando regresaba a su casa. Los miembros de este segundo grupo también la violaron repetidamente.
La Sra. Lusenge no nombró al segundo grupo armado.
“De nuevo me pidieron que cocinara y comiera carne humana”, dijo la mujer, que finalmente escapó, al grupo de derechos.
Codeco es uno de los varios grupos armados que desde hace tiempo luchan por la tierra y los recursos en el este del Congo, rico en minerales.
El conflicto ha matado a miles de personas y ha desplazado a millones en la última década.
El Consejo de Seguridad de 15 miembros también escuchó las declaraciones de Bintou Keita, representante especial del secretario general en la República Democrática del Congo y jefe de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en la República Democrática del Congo (Monusco).
La Sra. Keita afirmó que la situación de seguridad en el país se ha deteriorado debido a la intensificación de los ataques contra la población civil.
Añadió que las Fuerzas Democráticas Aliadas, el Codeco y otros grupos armados están llevando a cabo ataques en las provincias de Ituri y Kivu del Norte, lo que socava los recientes avances y la dinámica positiva de los últimos años entre Kinshasha y Kigali.
A medida que el ejército congoleño y la Monusco cambiaban de personal, otros grupos armados han tratado de aprovechar el vacío de seguridad resultante, con más de 150 civiles muertos entre el 28 de mayo y el 17 de junio, y 700.000 personas desplazadas, dijo.
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