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La periodista rusa que interrumpió un informativo de la televisión estatal para protestar contra la invasión rusa de Ucrania ha revelado detalles de su agotador interrogatorio de 14 horas por parte de las autoridades.
Marina Ovsyannikova entró en el estudio de noticias del Canal Uno, gestionado por el Kremlin, y sostuvo un cartel contra la guerra detrás de la presentadora Yekaterina Andreyeva mientras ésta estaba en antena.
La Sra. Ovsyannikova, editora del canal, dijo que fue interrogada durante 14 horas y alegó que no se le dio ninguna ayuda legal. También fue multada con 30.000 rublos (200 libras) por interrumpir el boletín.
“El interrogatorio duró más de 14 horas, no se me permitió ponerme en contacto con mi familia o mis amigos, y se me negó el acceso a un abogado”, declaró la Sra. Ovsyannikova tras la vista judicial.
“Fue mi decisión contra la guerra. Tomé esta decisión por mí misma porque no me gusta que Rusia inicie esta invasión. Fue realmente terrible”, añadió.
El periodista ruso se ha declarado inocente de los cargos de organización de un acto público no autorizado.
Las imágenes de la Sra. Ovsyannikova sosteniendo el cartel contra la guerra fueron rápidamente compartidas en todo el mundo.
El cartel decía: “No a la guerra, paren la guerra, no crean la propaganda, aquí les mienten”.
También se le escuchó repetir las palabras “no a la guerra, paren la guerra”.
El paradero de la Sra. Ovsyannikova tampoco se conoció durante un tiempo hasta que el abogado Anton Gashinsky compartió una foto suya con ella en el tribunal.
Antes de interrumpir el informativo de la televisión estatal, había grabado un vídeo en el que decía: “Me avergüenzo de haberme permitido contar mentiras desde la pantalla de la televisión. Me avergüenzo de haber permitido que los rusos se convirtieran en zombis. Sólo observamos en silencio este régimen inhumano”.
La Sra. Ovsyannikova nació en Odesa en 1978 y tiene dos hijos, según los medios de comunicación locales.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky también elogió a la periodista rusa por “decir la verdad”.
Por su parte, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, calificó su actuación como un acto de “gamberrismo”.
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