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Un nuevo libro afirma que un socio de Rudy Giuliani intentó pasar un mensaje a Donald Trump poco después del motín del 6 de enero de 2021 en el Capitolio, en el que le pedía que le concediera al señor Giuliani un indulto general y le otorgara la Medalla Presidencial de la Libertad.
Maggie Haberman informa en The New York Times que la asociada, Maria Ryan, también abogó por el señor Giuliani para que se le pagara por sus servicios al presidente y envió una nota separada en la que supuestamente buscaba decenas de miles de dólares para ella.
El Sr. Trump nunca vio la petición porque Bernard Kerik, el asesor cercano del Sr. Giuliani y el comisionado de policía de la ciudad de Nueva York durante parte de su tiempo como alcalde, impidió que la carta llegara al presidente.
No está claro si el Sr. Giuliani, que ayudó a liderar los intentos de anular las elecciones de 2020, estuvo involucrado en la solicitud. Ha insistido repetidamente en que no buscó un indulto que le protegiera de posibles cargos.
Las revelaciones provienen del libro del periodista Andrew Kirtzman, Giuliani: The Rise and Tragic Fall of America’s Mayor.
El Sr. Giuliani está en el centro de una miríada de asuntos legales debido a sus esfuerzos por mantener al Sr. Trump en el Despacho Oval tras su derrota ante Joe Biden en las elecciones de 2020.
Según el libro, la señora Ryan escribió: “Estimado señor presidente, ayer intenté llamarle para hablar de negocios. El honorable Rudy Giuliani ha trabajado las 24 horas del día en los asuntos relacionados con el fraude electoral. Ha dirigido un equipo de abogados, analistas de datos e investigadores”.
“Hay que pagarle por sus servicios”, continuó, añadiendo que había entregado una factura a Mark Meadows, entonces jefe de personal de la Casa Blanca, a través de Katherine Friess, una abogada que trabaja con el señor Kerik.
“Como saben, perdió su trabajo y sus ingresos y más defendiéndoles durante la investigación del engaño de Rusia y luego el impeachment pro bono”.
El libro afirma que la factura del señor Giuliani fue de 2,5 millones de dólares y la de la señora Ryan fue de 45.000 dólares por sus propios servicios, “trabajando en la campaña persiguiendo la verdad y la justicia para el presidente”.
Al mencionar la posibilidad de una Medalla Presidencial de la Libertad, escribió: “El Sr. Giuliani rara vez pide algo para sí mismo. Está rezando para que se la entreguen el viernes 15 de enero o el lunes 19”.
A continuación, pasó al tema del “indulto general”.
La carta fue entregada a la Sra. Friess, dice el Sr. Kirtzman en el libro. El Sr. Kerik, al parecer horrorizado por las peticiones, la interceptó.
Hace dos meses, en junio, el Sr. Giuliani emitió un comunicado en el que negaba haber solicitado un indulto.
“Le dije a mi cliente, el presidente Trump, que si me ofrecían un indulto, lo rechazaría”, dijo el señor Giuliani. “Como no había hecho nada malo, no había necesidad de un indulto”.
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