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La policía ha publicado una foto de un “vehículo de interés” en relación con el asesinato de cuatro hombres musulmanes en Albuquerque, Nuevo México, mientras Joe Biden se pronunciaba sobre la violencia.
La subjefa de la policía de Albuquerque, Cecily Barker, dijo que las fuerzas del orden están buscando un Volkswagen Jetta de color gris oscuro o carbón metálico del centro de Nuevo México, que podría estar relacionado con los ataques, todos ellos ocurridos desde el pasado mes de noviembre.
“Mientras esperamos una investigación completa, mis oraciones están con las familias de las víctimas, y mi administración está firmemente con la comunidad musulmana”, escribió el presidente en Twitter. “Estos odiosos ataques no tienen lugar en Estados Unidos”.
Las fuerzas de seguridad de Nuevo México están ahora investigando las muertes, la última de las cuales tuvo lugar el viernes por la noche.
Los investigadores dicen que los otros tres hombres musulmanes asesinados en la ciudad más grande del estado parecen haber sido atacados por su religión y su raza.
Dos de los hombres eran miembros de la misma mezquita y fueron asesinados por separado en julio y agosto. La policía afirma que existe una “fuerte posibilidad” de que estén relacionados con el asesinato de un inmigrante de Afganistán en noviembre.
“Los asesinatos selectivos de residentes musulmanes de Albuquerque son profundamente indignantes y totalmente intolerables”, tuiteó el sábado la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham.
Muhammed Afzaal Hussain, de 27 años, director de planificación de la ciudad de Española, que emigró a Estados Unidos desde Pakistán, fue asesinado a tiros el 1 de agosto frente a su edificio de apartamentos.
Su asesinato se produjo menos de una semana después de que Aftab Hussein, de 41 años, fuera asesinado el 26 de julio cerca del distrito internacional de la ciudad, según informó la policía. El Sr. Hussain también trabajó en el equipo de campaña de la diputada estadounidense Melanie Stansbury, de Nuevo México.
La policía los relaciona con el asesinato, el 7 de noviembre, de Mohammad Ahmadi, de 62 años, también musulmán de Afganistán, que fue asesinado a tiros en un aparcamiento frente a un supermercado halal.
Las autoridades afirman que en la ciudad viven entre 3.000 y 5.000 musulmanes de una población total de unas 565.000 personas.
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