La senadora Murray busca su sexto mandato en un nuevo punto de inflexión para las mujeres

Patty Murray fue elegida por primera vez al Senado de EE.UU. por el estado de Washington en 1992, durante el “Año de la Mujer”, motivada para presentarse a un cargo superior en parte por las polémicas audiencias de confirmación de Clarence Thomas en el Tribunal Supremo.

Por aquel entonces, Murray era la autoproclamada “mamá con zapatillas de tenis”, que defendía a las familias trabajadoras y estaba indignada por el modo en que un comité del Senado formado exclusivamente por hombres interrogó a Anita Hill cuando ésta dijo que Thomas la había acosado sexualmente.

Ahora Murray, de 71 años, es uno de los miembros más poderosos del Senado y aspira a un sexto mandato en otro punto de inflexión para las mujeres tras la anulación por el Tribunal Supremo de EE.UU. de la decisión Roe v. Wade de 1973, que legalizó el aborto en todo el país.

“Antes de la anulación de Roe v. Wade, la gente podía tomar sus propias decisiones”, dijo la demócrata a The Associated Press. “Quiero un país en el que todo el mundo pueda tomar sus propias decisiones”.

La campaña de Murray ha gastado más de un millón de dólares para publicar anuncios de televisión desde junio en los que se critica a su rival republicana Tiffany Smiley por apoyar la anulación de Roe v. Wade. Los observadores dicen que el hecho de que la veterana titular se presente tan pronto con mensajes agresivos y negativos contra Smiley muestra la preocupación de los demócratas por el entorno político de los titulares, incluso en un estado azul como Washington que no ha elegido a un republicano para el Senado de EE.UU. desde 1994.

Murray y Smiley aparecerán en la misma papeleta de las primarias no partidistas del 2 de agosto, donde los dos más votados pasan a las elecciones generales.

Cornell W. Clayton, politólogo y director del Instituto Thomas S. Foley para el Servicio Público y la Política Pública de la Universidad Estatal de Washington, dijo que Murray sigue siendo el favorito para ganar en noviembre, pero se enfrenta a desafíos.

“En particular, tiene que preocuparse por los índices de aprobación negativos de Biden como un lastre y por la economía y la inflación que ponen al electorado en un estado de ánimo bastante agrio”, dijo Clayton.

Smiley, de 41 años, es una candidata política por primera vez y madre de tres hijos que ha destacado su defensa en el pasado de su marido, un veterano militar que quedó ciego en una explosión mientras servía en Irak.

Ha recaudado mucho dinero para ser una recién llegada. Recientemente anunció que su campaña había recaudado 2,6 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022 y tenía 3,5 millones de dólares en efectivo. Murray informó de que había recaudado 2,6 millones de dólares en el mismo trimestre, con unos 6,6 millones en el banco a finales de junio.

Smiley, una antigua enfermera de Pasco, Washington, dijo que la decisión del Tribunal Supremo deja en manos de los votantes de cada estado la decisión de permitir el aborto. Smiley dijo que no apoya una prohibición del aborto en todo el país, a pesar de lo que Murray ha sostenido en sus anuncios.

“Está recurriendo a tácticas de miedo engañosas. Muestra desesperación”, dijo Smiley. “Hay un político extremo en esta carrera. Es Patty Murray”.

Smiley, al igual que muchos otros candidatos republicanos con vistas a las elecciones generales, ha tratado de restar importancia a las mentiras de Donald Trump sobre el robo de las elecciones de 2020, al tiempo que ha hecho un guiño al gran grupo de votantes del Partido Republicano que creen fervientemente en las falsas afirmaciones del ex presidente.

Aunque reconoce que el demócrata Joe Biden es el presidente, dice que las elecciones de 2020 “plantearon serias preocupaciones para los votantes” y que “tenemos que garantizar la confianza en nuestras elecciones”, a pesar de que numerosos funcionarios federales y locales, una larga lista de tribunales, altos ex empleados de la campaña de Trump e incluso el propio fiscal general de Trump han dicho que no hay pruebas del fraude electoral que ha alegado.

Clayton dijo que la estrategia de Smiley parece centrarse menos en la política y más en convertir la carrera en un referéndum sobre los demócratas.

Smiley, dijo Clayton, “es una candidata mejor, más simpática y menos extrema que algunos otros nominados al Senado por el GOP este ciclo … por lo que será más difícil pintarla como una republicana radical del mundo MAGA.”

Smiley dijo que escucha sobre los temas económicos en la campaña más que sobre el aborto.

“Nos enfrentamos a una crisis de inflación, una crisis energética, una crisis de delincuencia y una crisis de fórmulas para bebés, y Patty Murray está desaparecida en acción”, dijo Smiley.

Murray, por su parte, también está destacando sus esfuerzos por ayudar a las familias de clase media, diciendo que debería haber más recortes de impuestos para la gente de clase media que para las corporaciones. Ha llegado a presidir la Comisión de Sanidad, Educación, Trabajo y Pensiones del Senado y es miembro del liderazgo demócrata.

En su sexto mandato, quiere combatir la inflación, bajar los precios, proporcionar atención infantil y ocuparse de los problemas de la cadena de suministro, entre otras prioridades.

“Los últimos años han sido muy duros para la gente”.Murray dijo, añadiendo que quería utilizar su “energía, experiencia y poder” para obtener resultados positivos.

A principios de este mes, Murray visitó una clínica de Planned Parenthood en Spokane para denunciar la revocación de Roe por parte del Tribunal Supremo.

Murray señaló que pronto se quintuplicará el número de pacientes que acuden a las clínicas del este de Washington tras la entrada en vigor de la prohibición del aborto en la vecina Idaho.

“El personal de aquí ya está viendo un aumento de pacientes”, dijo Murray. “Y los republicanos han dejado muy claro que no se detendrán aquí: quieren una prohibición federal del aborto”.

Smiley trabajó como enfermera de triaje hasta que su marido, Scotty, quedó permanentemente ciego en Irak en 2005. Dejó su trabajo y voló al Centro Médico Militar Nacional Walter Reed para estar a su lado.

Smiley dice que trabajó incansablemente para evitar que el Ejército empujara a su marido, licenciado en West Point, a un retiro médico. En su lugar, se convirtió en el primer oficial ciego en servicio activo del Ejército, y aparece en sus anuncios políticos.

Tiffany Smiley se convirtió en autora, conferenciante y consultora, y sostiene que ya es hora de tener un nuevo senador.

“Tenía 11 años cuando Patty Murray fue elegida por primera vez”, dijo Smiley. “Patty Murray ha perdido el contacto con las familias del estado de Washington”.