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El índice de precios al consumo de Estados Unidos subió sólo tres décimas en abril, según informó el miércoles la Oficina de Estadísticas Laborales.
El aumento del 0,3% es la menor subida mensual de los precios en los últimos seis meses -sólo una cuarta parte del aumento del 1,2% registrado en marzo- y podría indicar que el ritmo de la inflación se está desacelerando después de meses de aumentos récord.
El aumento del IPC estuvo impulsado en gran medida por los repuntes de los precios de la vivienda, los alimentos, el transporte aéreo y los vehículos nuevos, mientras que los precios de la energía cayeron un 2,7%.
Los precios de la gasolina también descendieron un 6,1% el mes pasado, lo que supone un importante retroceso respecto al aumento del 18,3% registrado en marzo.
Los datos de la BLS también muestran que los consumidores pagaron el mes pasado precios un 8,3% más altos que en abril de 2021, aunque ese aumento es un 0,2% menor que el aumento del 8,5% registrado de marzo de 2021 a marzo de 2022.
Los nuevos datos llegan en un momento en el que el presidente Joe Biden intenta hacer frente a la inflación, que calificó como el “reto número uno al que se enfrentan las familias hoy en día” y la “principal prioridad nacional” de su administración en unas declaraciones realizadas el martes.
Aunque los republicanos han tratado de culpar a las políticas de Biden por el aumento récord de los precios, Biden señaló que los precios han estado subiendo en todo el mundo, y atribuyó la inflación récord a los efectos actuales de la pandemia del Covid-19 y a la invasión no provocada de Rusia en Ucrania.
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