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La Universidad de Idaho aumentará su seguridad el próximo semestre después de que cuatro de sus estudiantes fueran asesinados en una casa cercana fuera del campus.
Casi seis semanas después de los apuñalamientos mortales de Madison Mogen, Kaylee Goncalves, Xana Kernodle y Ethan Chapin en Moscú el 13 de noviembre, el asesino sigue en libertad. La policía de esta ciudad de apenas 25.000 habitantes sigue recibiendo pistas sobre un Hyundai Elantra visto cerca de la escena del crimen en torno a la hora de los asesinatos.
Hasta el miércoles por la noche no se había identificado a ningún sospechoso ni se había encontrado el arma del crimen.
Ahora se ha revelado que la Universidad de Idaho planea ofrecer cursos de autodefensa, concienciación sobre el acoso y vigilancia a los estudiantes durante el próximo semestre de primavera, Fox News Digital informó. La universidad también trabajará “con los capítulos de fraternidades y hermandades para traer expertos externos para evaluar la seguridad de las instalaciones de los capítulos.”
La universidad permitirá a los estudiantes que no deseen regresar al campus de Moscú tomar cursos en línea o asistir a clases en los campus de Boise, Idaho Falls y Coeur d’Alene. Mientras tanto, los estudiantes que se queden en Moscú verán más personal policial y de seguridad, según Fox.
Los investigadores siguen a la caza del ocupante u ocupantes de un misterioso coche blanco que fue visto cerca de la casa de los estudiantes alrededor de la hora de los asesinatos.
La policía ha identificado alrededor de 22.000 vehículos que se ajustan a la descripción del coche y está rastreando la información en busca de pistas.
La Policía de Moscú dijo que un Hyundai Elantra blanco de 2011-2013 con matrícula desconocida fue visto “en las inmediaciones” en las primeras horas del 13 de noviembre.
“Los investigadores creen que el ocupante u ocupantes de este vehículo pueden tener información crítica para compartir en relación con este caso”, dijo la policía en un comunicado hace casi dos semanas.
En medio de la creciente tensión entre los seres queridos de las víctimas por la falta de información que se está divulgando y las dudas suscitadas sobre si el departamento local tiene los recursos y la experiencia necesarios para encargarse de la investigación, el jefe de policía dijo que mantendrá la supervisión principal de la investigación.
“Ha habido numerosas preguntas sobre el liderazgo en esta investigación. Permítanme ser claro, esta es la investigación del Departamento de Policía de Moscú, y yo soy el jefe de la policía”, dijo el jefe del Departamento de Policía de Moscú James Fry en una declaración de vídeo el martes.
Continuó: “Las decisiones son mías y sólo mías. Tengo un excelente personal de mando, con más de 94 años de experiencia combinada, que supervisa el funcionamiento diario de la investigación, y yo selecciono quién dirige los equipos de investigación.”
Las cuatro víctimas murieron apuñaladas en sus camas con un cuchillo de hoja fija hacia las 3 o las 4 de la madrugada del 13 de noviembre. No había signos de agresión sexual.
Dos compañeras de piso supervivientes también habían salido esa noche y llegaron a casa sobre la una de la madrugada, según la policía. Se cree que las dos mujeres, que vivían en habitaciones del primer piso de la casa, durmieron durante los brutales asesinatos y resultaron ilesas.
La horrible escena del crimen pasó desapercibida durante varias horas más, y la policía recibió una llamada al 911 a las 11.58 am del domingo, informando de un “individuo inconsciente” en la casa.
Los otros dos compañeros de piso habían llamado primero a unos amigos porque creían que una de las víctimas del segundo piso estaba inconsciente y no se despertaba. Cuando llegaron los amigos, se hizo una llamada al 911 desde uno de los teléfonos de los compañeros de piso.
La policía llegó al lugar y encontró a las cuatro víctimas muertas por múltiples puñaladas.
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