El niño que quedó paralizado de cintura para abajo tras el tiroteo de Highland Park (Illinois) ha sufrido otro revés médico, según ha informado su familia.
Cooper Roberts, de 8 años, recibió un disparo en la médula espinal durante el ataque del 4 de julio y ha necesitado más de siete cirugías, según su familia.
Tras mostrar algunos signos de recuperación la semana pasada, Cooper dio un giro el martes y vuelve a estar en estado crítico en el Comer Children’s Hospital de la Universidad de Chicago.
“La situación de Cooper es ahora crítica”, escribió el portavoz de la familia Anthony Loizzi en Facebook. “Acaba de someterse a una arriesgada cirugía extensa y prolongada para intentar reparar de nuevo su esófago”.
Añadió que, además de un pico de fiebre debido a una infección, uno de los pulmones de Cooper se había colapsado parcialmente: “Por favor, todas y cada una de las oraciones son muy necesarias hoy.”
Más tarde, el martes, el portavoz dijo que Cooper superó una cirugía de cinco horas y que los médicos “encontraron y cerraron la fuga en su esófago.”
“Él está con nosotros y sigue luchando todas sus oraciones están trabajando”, escribió el Sr. Loizzi. “Por favor, sigan rezando. Un largo camino por delante y una situación todavía muy fluida, ¡pero el pequeño lo logró!”
El viernes de la semana pasada, la familia de Cooper dijo The Chicago Sun-Times que su estado había pasado de “crítico” a “grave”, y que era capaz de pronunciar sus primeras palabras desde el ataque.
“Está consciente por primera vez y se le ha retirado el respirador, pero con mucho dolor”, decía un comunicado de la familia. “Cooper pide ver a su gemelo Luke, de ocho años, y a su perro George”.
Menos de 24 horas después, el colapso pulmonar se había producido y Cooper fue enviado de nuevo al quirófano.
Mientras que Cooper está paralizado de cintura para abajo después de que una bala impactara en su tarjeta vertebral, la familia Roberts ha dicho que su hermano gemelo Luke también necesitó tratamiento para las heridas de metralla en su pierna.
La madre de los chicos, Kelly Roberts, necesitó una intervención quirúrgica tras las heridas en el pie y la pierna. Las cuatro hermanas no estaban en el desfile y su padre no resultó herido.
Seis personas murieron y más de 30 resultaron heridas durante el ataque, que fue el último de una serie de tiroteos masivos que han afectado a Estados Unidos. Las autoridades han acusado de asesinato al sospechoso Robert Crimo III, de 21 años, que informa dicen que tenía la intención de declararse inocente.
A GoFundMe para Cooper y la familia Roberts ha recaudado más de 1,4 millones de dólares.
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