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Al menos una docena de personas han muerto tras las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales que azotan dos provincias fronterizas turcas ya devastadas por el terremoto del mes pasado.
Las aguas arrastraron coches y escombros e inundaron los sótanos y plantas bajas de algunos edificios, convirtiendo las carreteras en ríos en el centro de Sanliurfa.
Los equipos de rescate encontraron los cadáveres de cinco ciudadanos sirios en el interior de un sótano inundado, y las fuertes lluvias también inundaron la unidad de cuidados intensivos del Hospital de Formación e Investigación Eyyübiye de Sanliurfa.
Las escuelas cerraron debido a la lluvia, que se espera que continúe.
En la provincia de Adiyaman, donde la crecida de las aguas arrastró un contenedor de transporte transformado que albergaba a una familia de supervivientes del terremoto.
Las provincias fueron golpeadas por los terremotos del 6 de febrero que mataron a más de 52.000 personas – la gran mayoría en Turquía y el resto al otro lado de la frontera en Siria.
Miles de supervivientes viven en tiendas de campaña y contenedores a la espera de ayuda de las autoridades.
La agencia de gestión de catástrofes de Turquía dijo que más de una docena de buzos profesionales participaban en las tareas de rescate en cada una de las dos provincias.
Las inundaciones han generado más críticas al gobierno turco por el estado de las infraestructuras nacionales. Más de 200.000 edificios en Turquía se derrumbaron o resultaron gravemente dañados por los seísmos.
Reuters y Associated Press contribuyeron a este informe
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