La invasión rusa de Ucrania ha hecho que cientos de personas huyan del país, pero también ha puesto en primer plano las denuncias de racismo en la forma en que los medios de comunicación internacionales cubren el conflicto y en las políticas de los países donde los inmigrantes buscan refugio.
Los vecinos de Ucrania, como Polonia, Hungría, Bulgaria y Rumanía, han acogido a los refugiados que llegan del país y les han proporcionado refugio. Eso sí, algunos países pueden tener políticas diferentes hacia los refugiados que llegan de zonas de conflicto fuera de Europa.
“Estos no son los refugiados a los que estamos acostumbrados. Estas personas son europeas”, dijo el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, sobre los refugiados ucranianos a principios de esta semana.
“Esta gente es inteligente, es gente educada… Esta no es la oleada de refugiados a la que estábamos acostumbrados, gente de la que no estábamos seguros de su identidad, gente con pasados poco claros, que podrían haber sido incluso terroristas.”
“En otras palabras”, añadió, “no hay ni un solo país europeo que tenga miedo de la actual ola de refugiados”.
El periodista sirio Okba Mohammad calificó estos comentarios como una mezcla de “racismo e islamofobia”. Refugiado él mismo, Mohammad tuvo que huir de su ciudad natal, Dara, en 2018. Ahora el periodista, que vive en España, dijo que no le sorprendían los comentarios.
“Un refugiado es un refugiado, ya sea europeo, africano o asiático”, dijo, mientras relataba que vivió en un refugio subterráneo para protegerse de las bombas rusas, que luchó por subir a un autobús abarrotado y que fue separado de su familia en las fronteras.
El cambio de tono de algunos de los líderes antimigración tras la guerra de Ucrania también ha sido revelador.
“No vamos a dejar entrar a nadie”, había dicho el primer ministro húngaro, Viktor Orban, en diciembre del año pasado, al rechazar la entrada de refugiados de Oriente Medio y África a través de Hungría.
“Dejamos entrar a todo el mundo”, dice ahora Orban tras la invasión rusa.
Los comentaristas y periodistas tampoco se han librado de las críticas.
La corresponsal de NBC News, Kelly Cobiella, fue criticada en las redes sociales por emitir opiniones con tintes racistas.
“Para decirlo sin rodeos, estos no son refugiados de Siria, son refugiados de la vecina Ucrania… Estos son cristianos, son blancos, son muy parecidos”, se escucha decir a la periodista en un clip de una emisión desde Polonia en un clip.
En las noticias de la BBC, el ex fiscal general adjunto de Ucrania, David Sakvarelidze, fue objeto de numerosas críticas en las redes sociales cuando dijo: “Es muy emotivo para mí porque veo a gente europea con pelo rubio y ojos azules siendo asesinada cada día con los misiles de Putin y sus helicópteros y sus cohetes”.
El presentador inglés de Al Jazeera, Peter Dobbie, también describió el domingo a los ucranianos que huyen de la guerra como “personas prósperas de clase media” que “no son obviamente refugiados que tratan de huir de zonas de Oriente Medio que todavía están en un gran estado de guerra; no son personas que tratan de huir de zonas del norte de África, se parecen a cualquier familia europea con la que vivirías al lado.”
El canal emitió posteriormente una disculpa, calificando los comentarios de “inapropiados, insensibles e irresponsables”.
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