Las subidas de tipos de la Fed amenazan su objetivo de reducir las diferencias raciales

El auge de la contratación en Estados Unidos del año pasado ha reducido las disparidades raciales en el desempleo. Sin embargo, las actuales subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal -que se perfilan como las más pronunciadas de los últimos 15 años- amenazan con revertir ese progreso.

Las subidas de tipos de la Reserva Federal supondrán unos tipos de interés más elevados que podrían dificultar el mercado laboral y socavar un objetivo que la Reserva Federal desveló hace dos años: Mantener los tipos ultrabajos durante el mayor tiempo posible, para ayudar a los trabajadores menos favorecidos, que a menudo no se benefician mucho del crecimiento del empleo hasta el final de la expansión económica.

Ahora, sin embargo, al enfrentarse a la peor inflación de las últimas cuatro décadas, la Fed ha comenzado a endurecer el crédito y se espera que siga subiendo su tipo de interés de referencia a corto plazo varias veces este año y el próximo. Estas subidas tan rápidas suelen frenar los préstamos y el gasto y pueden aumentar el desempleo e incluso provocar una recesión. Durante estas recesiones, los estadounidenses negros e hispanos suelen sufrir mayores tasas de desempleo.

El alejamiento de la Reserva Federal de los tipos bajos se produce cuando la tasa de desempleo de los afroamericanos ha alcanzado el 6,6%, lo que supone un fuerte descenso desde su máximo pandémico de casi el 17% y un nivel relativamente bajo históricamente. Sin embargo, sigue siendo el doble de la tasa del 3,3% de los blancos. El desempleo hispano es del 4,4%.

“La razón por la que esto es importante en la comunidad negra es porque somos literalmente los últimos contratados, y sólo cuando se llega a este punto de la recuperación es cuando los trabajadores negros ven realmente sus ganancias”, dijo William Spriggs, economista jefe de la AFL-CIO. “Cuando se ralentiza el ritmo de contratación, entonces se corta ese camino”.

El viernes, el gobierno publicará el informe de empleo de marzo, que podría arrojar más luz sobre las disparidades raciales. Los economistas estiman que los empleadores añadieron unos saludables 478.000 puestos de trabajo el mes pasado y que la tasa de desempleo bajó del 3,8% al 3,7%, según el proveedor de datos FactSet. Se trata de una tasa cercana al 3,5% de antes de la pandemia, que era el nivel más bajo en medio siglo.

En agosto de 2020, la Fed redefinió su objetivo de máximo empleo como “de base amplia e inclusiva”. Por primera vez, miraría más allá de la tasa de desempleo general y también consideraría las tasas de desempleo de los trabajadores negros e hispanos para fijar los tipos de interés. Los funcionarios de la Fed esperaban que al mantener los tipos bajos, podrían ayudar a reducir las persistentes brechas raciales de desempleo en la nación.

La política representó “un cambio significativo”, dijo Stephanie Aaronson, directora de estudios económicos de la Brookings Institution y ex economista de la Fed. “Antes de eso, todos los presidentes de la Reserva Federal decían algo parecido a que la marea creciente levanta todos los barcos. Ahora decían, una marea creciente levanta todos los barcos – pero no al mismo nivel, y no al mismo ritmo”.

Para el presidente Jerome Powell y otros funcionarios de la Fed, el objetivo era mantener la economía “caliente” para reducir el desempleo lo más posible. La Fed también quería aumentar la inflación demasiado baja, que se había mantenido obstinadamente por debajo de su objetivo del 2% anual durante aproximadamente una década.

En la llamada economía caliente, las empresas están tan desesperadas por conseguir trabajadores que contratan a solicitantes que, de otro modo, habrían dejado de lado. Es más probable, por ejemplo, que contraten y formen a trabajadores que carecen de ciertas habilidades o incluso a personas que han cumplido penas de prisión.

Pero la pandemia ha trastocado las intenciones de la Fed. La combinación de los atascos en la cadena de suministro y la fuerte demanda de los consumidores, alimentada por las ayudas de rescate del gobierno y los propios tipos bajos de la Fed, alimentó un repunte inesperadamente grande y persistente de la inflación. El resultado es que el banco central debe subir los tipos para luchar contra la inflación.

Powell y otros funcionarios de la Fed dicen que esperan que al hacerlo, prolongarán, en lugar de descarrilar, el crecimiento económico y reducirán aún más las desigualdades raciales. Entre esos funcionarios está Raphael Bostic, presidente del Banco de la Reserva Federal de Atlanta, quien dijo la semana pasada que esperaba que la economía siguiera creciendo incluso ante la subida de los tipos.

“Y si eso es de hecho lo que sucede, entonces es posible que todavía podamos ver la reducción de estas brechas (raciales)”, dijo Bostic.

Con la inflación crónicamente alta, los economistas están de acuerdo de forma abrumadora en que la Fed no tiene más remedio que endurecer el crédito -quizás de forma agresiva- hasta bien entrado el año 2023.

“Cuando la inflación no es un problema, entonces es mucho más fácil decir: ‘Vamos a maximizar el empleo y ver hasta dónde podemos llevar esto'”, dijo Valerie Wilson, directora del programa sobre raza, etnia y economía del Instituto de Política Económica. “Pero con la inflación en la mezcla, ahora están en una posición en la que realmente no pueden ignorar eso”.

Las semillas del cambio de la Fed hacia la búsqueda de una recuperación más inclusiva se sembrarondurante la expansión económica que siguió a la Gran Recesión de 2008-2009, la más larga de la historia de Estados Unidos. La Reserva Federal fijó su tipo de interés básico en casi cero en diciembre de 2008, donde se mantuvo durante siete años. Con el tiempo, sus políticas ayudaron a reducir el desempleo hasta su punto más bajo en medio siglo. Las tasas de desempleo de la población negra e hispana alcanzaron mínimos históricos.

El desempleo negro cayó al 5,4% en 2019, el más bajo en los registros que datan de 1972. Fue solo 1,9 puntos porcentuales por encima de la tasa de los blancos, del 3,5%, la menor brecha de este tipo registrada.

Otras brechas raciales desaparecieron por completo. Las proporciones de estadounidenses negros y blancos que trabajaban o buscaban trabajo se igualaron en 2019, por ejemplo, después de aproximadamente cuatro décadas en las que los trabajadores negros habían quedado por detrás de los blancos.

En parte, eso reflejaba una población blanca que envejecía con un número comparativamente mayor de jubilaciones. Pero también fue el resultado de un aumento constante de los estadounidenses negros que encontraron trabajo o comenzaron a buscarlo.

Este progreso reforzó la opinión de los economistas de que las políticas de tipos de la Reserva Federal podrían suponer una gran diferencia. La investigación de Aaronson descubrió que cuando la tasa de desempleo baja especialmente, los grupos desfavorecidos se benefician de forma desproporcionada.

Sin embargo, la realidad de que las brechas raciales de desempleo existen incluso durante las economías cálidas ha alimentado la percepción entre los economistas de que hay límites a lo que los bajos tipos de la Fed -y una economía fuerte- pueden lograr. En general, los economistas creen que el gasto federal y las políticas fiscales tienen un impacto más significativo en las finanzas de los hogares.

Algernon Austin, que dirige el programa de justicia racial y económica en el Centro de Investigación Económica y Política, sugirió que, aunque el banco central merece crédito por perseguir una recuperación inclusiva, “lo que haga la Fed no va a resolver el problema.”

Asimismo, Powell dijo el año pasado que creía que el Congreso y otras instituciones tendrían que llevar a cabo políticas, en educación y otras áreas, para eliminar por completo las desigualdades raciales en el empleo y los ingresos.

“A todos nos gustaría que no existiera esa brecha”, dijo. “Creo que eliminar la desigualdad y la discriminación racial… es realmente algo en lo que la política fiscal y otras políticas -francamente, las políticas educativas y ese tipo de cosas- están mejor enfocadas”.

Por ahora, los estadounidenses de raza negra se enfrentan a un mayor desempleo que los blancos en todos los niveles de educación, según los datos recopilados por el Instituto de Política Económica. En 2019, los trabajadores negros con un título universitario de cuatro años tenían una tasa de desempleo más alta que la de los blancos con solo algo de educación superior.

Spriggs sugirió que una aplicación más estricta de las leyes de derechos civiles para combatir la discriminación en la contratación podría ayudar a reducir las disparidades raciales. El presupuesto de la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo se ha estancado durante años, señaló Spriggs, incluso cuando ha asumido tareas adicionales, como la aplicación de las leyes sobre prejuicios de edad.

Una mejor aplicación por parte de la EEOC podría, por ejemplo, ayudar a abordar el hecho de que el desempleo de los negros se ha mantenido aproximadamente en el doble de la tasa de los blancos durante décadas. En una conferencia celebrada la semana pasada por la Brookings Institution, William Darity, economista de la Universidad de Duke, calificó esa proporción de “poderoso índice de discriminación”.

Darity ha pedido una garantía de empleo federal que dé a los desempleados la opción de un trabajo en el sector público. Con esa política como “colchón”, dijo Darrity, “la Reserva Federal podría abordar la inflación sin temor a consecuencias sociales adversas extremas.”

En un discurso pronunciado el pasado febrero, Powell reconoció los límites de los poderes de la Fed.

“En el transcurso de una larga expansión, estas disparidades persistentes pueden disminuir significativamente”, dijo. “Pero sin políticas que aborden sus causas subyacentes, pueden volver a aumentar cuando la economía acabe por bajar”.