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Las tropas de Vladimir Putin han sido acusadas de deportar por la fuerza a miles de residentes de la ciudad ucraniana de Mariupol a Rusia.
El ayuntamiento de Mariupol dijo que la semana pasada se había llevado a personas por la frontera mientras continuaban los intensos bombardeos.
“Durante la semana pasada, varios miles de residentes de Mariupol fueron deportados al territorio ruso”, decía un comunicado publicado en Telegram.
“Los ocupantes se llevaron ilegalmente a personas del distrito de Livoberezhniy y del refugio del edificio del club deportivo, donde más de mil personas (la mayoría mujeres y niños) se escondían de los constantes bombardeos.”
La afirmación, que no ha sido verificada de forma independiente, se produce mientras los militares rusos bombardean una escuela de arte en la que se habían refugiado unas 400 personas.
El Consejo de Mariupol dijo que ancianos, mujeres y niños seguían atrapados bajo los escombros, pero no dijo cuántas víctimas había habido.
La ciudad del sureste se ha enfrentado a continuos ataques: el miércoles, las fuerzas rusas bombardearon un teatro en el que se refugiaban civiles, y el 10 de marzo lanzaron un ataque aéreo contra un hospital de maternidad.
Se enfrenta a una escasez crítica de alimentos, agua y medicinas, y muchos de sus 400.000 residentes llevan atrapados más de dos semanas mientras Putin intenta hacerse con el control.
El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, acusó a Rusia de crímenes de guerra por el asedio y dijo que el ataque a Mariupol “es un terror que se recordará durante siglos”.
Los corredores humanitarios se abrieron el domingo para permitir a los civiles abandonar las zonas del frente, con casi 40.000 personas -casi el 10% de la población de Mariupol- huyendo de la ciudad durante la última semana.
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