Rusia dejará de depender de socios de Occidente para su comercio energético y su nueva política energética se orientará hacia socios más fiables, como India y China, declaró el ministro de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov.
El ministro de Asuntos Exteriores ruso, que se encontraba en Delhi para asistir a la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20, intervino el viernes en el Diálogo Raisina, una conferencia multilateral, en la capital, Nueva Delhi.
Lavrov fue preguntado sobre cómo afectó la guerra a la estrategia energética de Rusia y sobre si ésta pivotará hacia Asia para su comercio energético.
“La guerra que estamos tratando de detener fue lanzada contra nosotros utilizando al pueblo ucraniano, por supuesto, para influir en la política de Rusia, incluida la política energética.
“Y la forma más directa de describir el cambio es que ya no dependeremos de ningún socio en Occidente. No permitiremos que vuelvan a volar los oleoductos”, respondió Lavrov.
Añadió que Rusia suministrará ahora energía a socios más fiables y creíbles.
“La política energética de Rusia se orientará hacia socios fiables y creíbles. India y China están sin duda entre ellos”.
La India, que mantiene estrechos e históricos lazos diplomáticos y de defensa con Rusia, se ha convertido en uno de los principales mercados para el crudo ruso al hacerse con crudos con descuento mientras las naciones europeas imponían sanciones a la energía rusa.
India y China son actualmente los mayores compradores individuales de crudo ruso, ya que el grupo de las principales economías del G7 impuso un tope de precios al petróleo ruso el año pasado.
Lavrov también arremetió contra Estados Unidos y afirmó que Moscú “no permitirá que Occidente vuelva a volar gasoductos”, en referencia a la acusación del Kremlin de que los países occidentales fueron responsables del sabotaje de los gasoductos Nord Stream en septiembre.
“Todo lo que está ocurriendo ahora es para reducir a Europa a un actor subordinado de EE.UU. y socavar la ventaja competitiva europea y, por supuesto, para arruinar el vínculo económico entre Rusia y la UE”, dijo.
Se refirió al informe del periodista Seymour Hersh, galardonado con el premio Pulitzer, que sugería que Estados Unidos y sus aliados estaban detrás de las explosiones que dañaron los gasoductos Nord Stream en septiembre. Las explosiones del año pasado causaron graves daños a tres de los cuatro gasoductos Nord Stream, diseñados para enviar gas desde Rusia a Europa a través de Alemania por un túnel bajo el mar Báltico.
La Casa Blanca ha negado las informaciones según las cuales Estados Unidos estaba detrás de las explosiones, calificándolas de “totalmente falsas y de completa ficción”. La CIA y el Departamento de Estado también negaron las afirmaciones.
Sin embargo, Rusia ha exigido una investigación de la ONU sobre el sabotaje del oleoducto en septiembre, afirmando que “confía plenamente” en que el secretario general de la ONU, António Guterres, establezca una investigación internacional independiente sobre las explosiones.
Lavrov, que ofreció su propia rueda de prensa tras la reunión del G20 con acceso restringido a los medios de comunicación, dijo que el ministro de Asuntos Exteriores chino, Qin Gang, se unió a Rusia para presionar a los miembros del G20 para que incluyeran la cuestión del Nord Stream en el comunicado del G20.
Dijo que “la mayoría de las naciones en desarrollo del G20 expresaron su comprensión” por el hecho de que Rusia planteara la cuestión, que no se incluyó en el documento final, informó Sputnik News.
“Nuestro llamamiento para que se lleve a cabo una investigación imparcial y honesta fue rechazado de plano por nuestros socios occidentales. Por lo tanto, debido a su posición, la declaración fue bloqueada y los resultados de la discusión serán presentados en un resumen entregado por la presidencia india, que espero refleje objetivamente el intercambio de opiniones que tuvo lugar”, dijo el alto diplomático ruso.
La crucial reunión de ministros de Asuntos Exteriores del G20 no logró alcanzar un consenso para adoptar un comunicado conjunto, ya que la guerra de Ucrania hizo descarrilar la reunión.
Lavrov anunció que no se había podido concluir una declaración conjunta momentos antes de que el ministro indio de Asuntos Exteriores, S. Jaishankar, hiciera el anuncio en una rueda de prensa al término de la reunión del G20.
Jaishankar dijo que no habría una declaración acordada por todas las naciones “porque había diferencias sobre la cuestión de Ucrania que no pudimos conciliar”.
Lavrov y el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, hablaron cara a cara por primera vez sobre la invasión de Ucrania por parte de Moscú, al margen de una reunión del G20 en la que los ministros intercambiaron reproches por el conflicto.
Los dos diplomáticos hablaron durante 10 minutos en un intercambio que, según los medios rusos, fue “sobreel movimiento” después de que el Sr. Blinken instara a un contacto.
“Blinken pidió un contacto con Lavrov. Sergey Viktorovich habló con él sobre la marcha, en el marco de la segunda sesión del G20. No hubo negociaciones, reuniones, etc.”, declaró la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova.
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