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El libanés que tomó rehenes en un banco, roció el lugar con gasolina y amenazó con suicidarse si no se le permitía acceder a sus ahorros atrapados para el tratamiento médico de su padre enfermo fue liberado por las autoridades el martes.
El 11 de agosto, Bassam Al Sheikh Hussein, de 42 años, fue detenido después de mantener a los empleados como rehenes durante siete horas en el Banco Federal de Hamra, en Beirut. Fue liberado el martes sin cargos, ya que el banco retiró la denuncia.
El martes, cuando el juez estaba decidiendo la sentencia, la carretera fuera del tribunal fue bloqueada mientras los partidarios del Sr. Hussein se reunían para mostrar su solidaridad, informaron los medios de comunicación locales.
“Estamos bloqueando las calles, queremos que salga ya”, dijo Rami Ollaik, abogado de Hussein. The National.
El Sr. Hussein estaba en huelga de hambre desde que fue detenido.
El Sr. Hussein, conductor de reparto de alimentos, intentaba retirar dinero de su propia cuenta bancaria para pagar el tratamiento hospitalario de su padre. Al parecer, tenía unos 175.000 euros en ahorros, pero no podía retirar ninguna cantidad debido a los estrictos límites de retirada aplicados por los bancos en Líbano.
Tras siete horas de negociaciones, el Sr. Hussein aceptó un acuerdo que le permitiría retirar unas 29.000 libras de sus ahorros atrapados. Sólo entonces liberó a los rehenes y salió del banco, tras lo cual fue detenido.
Tras su liberación, las fotos del repartidor de comida con su padre enfermo circularon por las redes sociales, lo que hizo que el hombre recibiera más apoyo.
A finales de 2019, los bancos comerciales de Líbano impusieron sus propios controles de capital -fijando límites de retirada y transferencia- tras el colapso del sistema económico del país.
Tres años después de que los bancos del país comenzaran a impedir la retirada de dólares estadounidenses de las cuentas bancarias, los ciudadanos temen ahora que una propuesta de ley de control de capitales empeore las cosas.
Los informes dicen que casi el 75% de la población del Líbano se ha sumido en la pobreza tras los controles de capital de los bancos y la moneda -la libra libanesa- ha perdido el 90% de su valor.
Información adicional de las agencias
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