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El funcionario ruso de mayor rango que ha ingresado en prisión en casi dos décadas fue puesto en libertad el jueves tras cumplir más de la mitad de una condena de ocho años por un delito de soborno.
El ex ministro de Desarrollo Económico, Alexei Ulyukayev, presentó una petición de libertad anticipada tras cumplir más de cinco años. Un tribunal de la región de Tver, a unos 140 kilómetros al noroeste de Moscú, le concedió la libertad condicional el mes pasado.
Salió en libertad el jueves, y la televisión estatal rusa mostró imágenes de lo que, según dijo, era un convoy de coches que lo sacaba de la prisión de Tver.
Ulyukayev fue detenido en 2016 en la sede del mayor productor de petróleo de Rusia, la empresa estatal Rosneft. Los fiscales dijeron que aceptó un soborno de 2 millones de dólares del influyente director general de Rosneft, Igor Sechin, por dar luz verde a la empresa para privatizar otra firma petrolera.
Las circunstancias del caso desataron las especulaciones de que Ulyukayev estaba atrapado en un juego de poder del Kremlin que involucraba a Sechin, un viejo socio del presidente ruso Vladimir Putin.
Ulyukaev fue detenido cuando salía del edificio de Rosneft con una bolsa llena de dinero en efectivo que Sechin le había dado como parte de una supuesta operación encubierta de la principal agencia de inteligencia rusa. Ulyukayev dijo al tribunal que pensaba que la bolsa contenía una botella de vino y una cesta de salchichas.
Poco después de la detención, Ulyukaev fue despedido de su puesto. Mantuvo su inocencia durante todo el juicio e insistió en que Sechin le había tendido una trampa.
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