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La Unión Europea debe dar una respuesta coordinada al desafío que supone el “chantaje” del presidente ruso Vladimir Putin con el suministro de gas natural, dijo el sábado el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis.
Afirmó que la invasión de Ucrania por parte de Putin pretende “legitimar un autoritarismo despótico y permitir que cualquier alborotador local” haga lo mismo, una referencia apenas velada a la vecina Turquía de Grecia y a la retórica cada vez más agresiva del presidente Recep Tayyip Erdogan.
“En la guerra de Ucrania, estamos con los que se defienden, estamos con la democracia y la libertad… sabemos lo que significa tener un vecino (agresivo)”, dijo Mitsotakis.
Putin quiere convertir la ansiedad europea por la energía en desestabilización política, añadió Mitsotakis en el discurso de apertura de la Feria Internacional de Tesalónica, en la que los jefes de gobierno griegos anuncian las políticas económicas del próximo año.
El primer ministro griego recordó que Grecia propuso hace meses una limitación de los precios del gas natural y una disociación de los precios de la electricidad de los del gas natural, y expresó su satisfacción por el hecho de que la Unión Europea se aproxime a estas soluciones.
“Más vale tarde que nunca”, dijo a los periodistas a primera hora del sábado, mientras recorría los expositores de la feria.
Mitsotakis dijo que su Gobierno seguirá subvencionando las facturas de electricidad “cueste lo que cueste”. Pero los funcionarios griegos también han dicho que las subvenciones incluirán ahora incentivos para reducir el consumo y, cuando sea posible, sustituir el gas natural por otras fuentes de combustible para la calefacción.
El Primer Ministro anunció una serie de medidas adicionales, como un cheque por el coste de la vida de 250 euros que se pagará a unos 2,3 millones de beneficiarios, subidas de las pensiones y del salario mínimo, recortes fiscales, una subvención de 150 millones de euros a los agricultores para compensar el aumento de los costes de los combustibles y los piensos, mejores salarios para el personal del servicio nacional de salud y de las fuerzas armadas y otras. En conjunto, dijo, estas ayudas, excluyendo la subvención a la factura eléctrica, costarían 5.500 millones de euros.
Desde principios de 2020, Grecia ha gastado más de 50.000 millones de euros para apoyar a los hogares y las empresas afectados por la pandemia del COVID-19 y ahora por la crisis energética y el aumento de la inflación.
La inflación en Grecia, con un ritmo anual del 11,4% en agosto, está ligeramente por debajo de su pico del 12,1% en junio, pero sigue en niveles no vistos desde 1994.
La solidez de la economía, que se espera que crezca más del 5% en 2022, proporciona al gobierno un margen para gastar más. Sin embargo, a partir de 2023, el gobierno griego, fuertemente endeudado, también debe registrar superávits presupuestarios primarios, según lo acordado con la UE.
El año que viene también habrá nuevas elecciones, probablemente más de una. En la primera votación no se espera que ningún partido obtenga la mayoría de los escaños en el Parlamento y parece muy poco probable que se forme un gobierno de coalición. Eso daría lugar a una segunda ronda de elecciones, que se celebraría bajo una ley electoral diferente que dará al partido ganador una bonificación de 30 escaños.
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Demetris Nellas informó desde Atenas, Grecia.
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