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Los tres hombres acusados de asesinar a James “Whitey” Bulger recibieron un chivatazo sobre la llegada del famoso mafioso a la prisión, planearon de antemano su asesinato y lo apuñalaron hasta la muerte sólo seis minutos después de que se abrieran las puertas de la celda, según los fiscales.
Fotios “Freddy” Geas, de 55 años, Paul “Pauly” DeCologero, de 48, y Sean McKinnon, de 36, fueron acusados la semana pasada de conspiración para cometer un asesinato en primer grado.
Los cargos se presentaron casi cuatro años después de que el infame líder de la banda Winter Hill de Boston fuera salvajemente golpeado hasta la muerte dentro de la penitenciaría estadounidense de Hazelton, en Virginia Occidental.
Los tres sospechosos estaban entre rejas en la prisión cuando Bulger fue trasladado allí el 29 de octubre de 2018.
A la mañana siguiente, el jefe de la mafia, de 89 años, fue encontrado por los guardias de la prisión envuelto en mantas y posando para que pareciera que estaba durmiendo. Había sido golpeado hasta la muerte y quedó casi irreconocible.
Aunque pasaron casi cuatro años sin que se presentaran cargos por su muerte, el brutal asesinato también ha suscitado preguntas sobre los fallos de la Oficina Federal de Prisiones a la hora de proteger a uno de sus reclusos más destacados, que tenía una diana en la espalda como mafioso convertido en informante del FBI.
El lunes, en el tribunal, surgieron nuevos detalles sobre la línea de tiempo del asesinato y algunas de las pruebas que se dice que vinculan a los tres sospechosos con el crimen.
La fiscal adjunta de EE.UU., Hannah Nowalk, dijo que los asesinos de Bulger -un antiguo sicario de la mafia, un mafioso implicado en el asesinato y desmembramiento de una chica de 19 años y un convicto sin vínculos conocidos con la mafia que fue liberado de la cárcel hace apenas tres semanas- se enteraron de alguna manera de su llegada a la prisión con antelación.
Entonces, “en cuanto vieron a Bulger entrar en la unidad, planearon matarlo”, dijo.
Después de su muerte, los tres sospechosos habrían confesado a otros reclusos del centro penitenciario haber llevado a cabo el ataque.
Una llamada telefónica entre McKinnon y su madre fue reproducida ante el tribunal, revelando que el recluso tenía conocimiento previo del traslado de Bulger a la penitenciaría.
“Nos estamos preparando para traer a otra persona de alto perfil aquí esta noche”, dijo McKinnon en la llamada.
“No, me refiero a que deberíais conocer el nombre… ¿Habéis oído alguna vez el nombre de Whitey Bulger?”
Cuando McKinnon le dijo a su madre quién era el preso de alto perfil, su madre Cheryl Prevost le instó a mantenerse alejado de él.
“Aléjate de él, por favor”, dijo.
McKinnon le dijo a su madre “Ah, no puedo”, diciendo que su compañero de celda Geas era “un esbirro de una familia mafiosa de Nueva York y Boston”.
Su madre le advirtió que “te metes en problemas”, a lo que él respondió: “No te preocupes. No lo planeo”.
La llamada se realizó alrededor de las 15:30 horas del 29 de octubre de 2018, unas cinco horas antes de que Bulger llegara a la prisión a las 20:30 horas de esa noche.
La Sra. Nowalk dijo que la llamada telefónica demuestra que los internos sabían de la inminente llegada de Bulger y comenzaron a conspirar inmediatamente para matarlo.
No está claro quién avisó a los reclusos de la llegada de Bulger a la penitenciaría.
A las 6 de la mañana del día siguiente, todas las puertas de las celdas del bloque penitenciario se abrieron y Geas y McKinnon, que eran compañeros de celda, fueron captados en las imágenes de vigilancia reuniéndose con DeCologero en su celda.
Sólo seis minutos más tarde, a las 6.06 de la mañana, las imágenes de vigilancia supuestamente captaron a Geas y DeCologero entrando en la celda de Bulger.
Se acusa a McKinnon de colocarse en una mesa en el exterior para actuar como vigía.
Sólo tardó siete minutos en asesinar al mafioso que tenía 89 años y estaba en silla de ruedas en ese momento.
A las 6:13 de la mañana, Geas y DeCologero dejaron la celda de Bulger y los tres sospechosos volvieron a la celda de Geas y McKinnon, según los fiscales.
Los guardias de la prisión descubrieron a Bulger muerto en su celda dos horas más tarde, a las 8:07.
Llevaba menos de 12 horas en la prisión.
La Sra. Nowalk dijo al tribunal que tres informantes de la cárcel se habían presentado para revelar que los sospechosos admitieron haber matado a Bulger.
Uno de los informantes dijo que DeCologero le dijo que él y Geas golpearon al anciano de 89 años hasta matarlo con “un cinturón con un candado” mientras McKinnon hacía de vigía.
El motivo del asesinato de Bulger sigue sin estar claro.
Uno de los informantes de la cárcel dijo que DeCologero le dijo que Bulger era un “soplón”, según los fiscales.
En la audiencia del lunes, un juez federal ordenó que McKinnon permaneciera entre rejas antes del juicio.
McKinnon habíasalió de la cárcel apenas tres semanas antes, el 27 de julio, tras cumplir ocho años de prisión por robar y cambiar armas por heroína en Connecticut.
No tenía vínculos conocidos con la mafia.
Además de la acusación de conspiración de asesinato, McKinnon también está acusado de hacer declaraciones falsas a un agente federal.
Mientras tanto, Geas y DeCologero también están acusados de complicidad en el asesinato en primer grado y de agresión con resultado de lesiones corporales graves.
Geas también se enfrenta a otro cargo por el asesinato de un preso federal que cumple cadena perpetua.
Geas y DeCologero – que tienen vínculos con la mafia – están acusados de golpear a Bulger en la cabeza múltiples veces y causar su muerte.
Geas sigue entre rejas en el centro penitenciario de Hazelton y DeCologero está actualmente recluido en otro centro penitenciario federal, según los fiscales.
DeCologero era miembro de la banda de crimen organizado DeCologero Crew, que reinaba en la costa norte de Massachusetts, y actualmente cumple una condena de 25 años por su participación en el asesinato de Aislin Silva, de 19 años, en 1996.
Geas es un antiguo sicario y socio de la Familia del Crimen Organizado Genovese con sede en Springfield, Massachusetts.
Actualmente está cumpliendo una condena de cadena perpetua por los asesinatos del jefe de la mafia Adolfo “Big Al” Bruno y del socio de la mafia Gary Westerman, así como por el intento de asesinato del jefe sindical Frank Dabado.
En el momento de su asesinato, Bulger cumplía dos cadenas perpetuas por los asesinatos de 11 personas, así como una serie de otros cargos que incluían extorsión, blanqueo de dinero y tráfico de drogas.
Durante los años 70 y 80, Bulger sembró el terror en las calles de Boston como el famoso líder de la banda Winter Hill, a la vez que actuaba como informante para el FBI.
Se dio a la fuga en 1995 -un día antes de ser acusado de crimen organizado- y evadió la justicia durante los siguientes 16 años, 12 de los cuales estuvo en la lista de los más buscados del FBI.
En 2011 -a la edad de 81 años- fue finalmente detenido en Santa Mónica, California, y fue condenado por 11 asesinatos en 2013.
Hasta su muerte, Bulger continuó negando haber sido un informante del gobierno.
Los funcionarios de prisiones y la propia familia de Bulger criticaron la decisión de trasladar a Bulger de una prisión más segura en Florida a la problemática prisión de Virginia Occidental, conocida por ser peligrosa para los soplones, donde también fue colocado entre la población general.
En 2020, la familia de Bulger presentó una demanda por homicidio culposo contra la Oficina Federal de Prisiones y 30 empleados de la prisión, diciendo que fue “colocado deliberadamente en peligro”.
La demanda, que pedía 200 millones de dólares por daños y perjuicios, afirmaba que Bulger fue “sometido a un riesgo de muerte segura o de lesiones corporales graves por las acciones intencionadas o deliberadamente indiferentes” de los funcionarios de la prisión.
Un juez federal desestimó la demanda en enero.
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