Los astrónomos tropiezan con una “bola de fuego” de rayos X de una explosión estelar masiva

Los astrónomos acaban de tropezar con una de las mayores explosiones del universo, confirmando una teoría sobre cómo las estrellas muertas pueden volver a la vida temporal y dramáticamente.

Los astrónomos que utilizan el telescopio de rayos X erosita, con base en el espacio, observaron un único y brillante destello de rayos X el 7 de julio de 2020, que nunca se había visto antes ni después. En un nuevo artículo publicado en la revista Nature, los investigadores detallan cómo asociaron este destello de rayos X con la clásica Nova YZ Reticuli, una estrella enana blanca en explosión a unos 8.000 años luz de distancia, observando por primera vez la predicha “fase de bola de fuego” de una nova.

Una estrella enana blanca es un remanente tenue y frío, pero muy denso, de una estrella mayor que ha agotado su combustible nuclear: una estrella muerta que ya no puede generar las reacciones termonucleares que sostienen a las estrellas vivas. Sin embargo, al ser un objeto muy denso con una potente gravedad, las enanas blancas con una estrella compañera más grande y aún viva a veces desprenden hidrógeno de la capa exterior de su compañera.

Cuando se acumula suficiente hidrógeno en la superficie de una enana blanca, la presión y el calor aumentan hasta el punto de que se produce una reacción termonuclear fuera de control: el hidrógeno se fusiona en helio y se produce una explosión colosal, una nova clásica. Se trata de un tipo de explosión estelar diferente al de una supernova, que resulta de la agonía de una estrella muy masiva aún viva.

Como describe el astrónomo de la Universidad de Stony Brook y autor de un comentario que aparece en el mismo número de Nature, Frederick Walter, una predicción de 1990 sostenía que una nova clásica brillaría al máximo en el momento en que la explosión alcanzara la capa exterior de la enana blanca, la fotosfera: una “bola de fuego” de la nova. Esta bola de fuego estaría tan caliente y sería tan brillante, se pensaba, que sólo sería visible en rayos X hasta horas o días después, cuando el material expulsado de la enana blanca durante la nova se enfriara lo suficiente como para brillar en la parte visible del espectro.

Los investigadores de Erosita fueron capaces de unir el estallido de rayos X que observaron y el estallido visible de la nova YZ Reticule visto el 15 de julio, y se dieron cuenta de que habían conseguido capturar tanto la bola de fuego como la nova, confirmando la predicción de 1990.

Como escribió el Dr. Walter en su comentario, fue un descubrimiento fortuito.

El instrumento erosita vuela en el telescopio espacial Spektr-RG, una asociación entre Alemania y Rusia. Erosita tarda seis meses en completar un escaneo del cielo, y sólo completó cuatro escaneos antes de que la invasión rusa de Ucrania interrumpiera la misión. Por suerte, uno de esos escaneos captó la bola de fuego de la nova YZ Reticuli.