Los beneficios del fabricante de automóviles japonés Nissan se desplomaron en el último trimestre a menos de la mitad de lo que eran un año antes, ya que el cierre de COVID-19 en China y la escasez de semiconductores a nivel mundial afectaron a la producción.
Nissan Motor Co. informó el jueves de que su beneficio neto de abril-junio ascendió a 47.100 millones de yenes (349 millones de dólares), frente a los 114.500 millones de yenes del mismo periodo de 2021. Este cambio supone una caída del 59%. Las ventas trimestrales aumentaron un 6%, 2,14 billones de yenes (15.900 millones de dólares).
El aumento de los costes de las materias primas también perjudicó la rentabilidad, según el fabricante con sede en la ciudad portuaria de Yokohama.
Nissan obtuvo beneficios en el último ejercicio fiscal cerrado en marzo por primera vez en tres años.
La imagen de marca de Nissan, aliada con la francesa Renault SA, se ha resentido después de que su ejecutivo estrella, Carlos Ghosn, fuera detenido en Japón por varios cargos de mala conducta financiera en 2018.
Ghosn, que dirigió la alianza durante dos décadas, dice que es inocente, señalando un golpe dentro de las filas del fabricante de automóviles como detrás de las acusaciones. Saltó la fianza en diciembre de 2019 y ahora se encuentra en el Líbano.
Nissan reiteró en su informe de resultados del jueves que Ghosn utilizó dinero de la compañía para “beneficio personal”, incluyendo compras de residencias, y pagos a miembros de la familia, regalos y donaciones que dijo eran inapropiados.
La escasez de semiconductores debido a las restricciones de COVID-19 en varios países ha perjudicado no sólo a Nissan, sino a toda la industria automovilística.
El Director de Operaciones, Ashwani Gupta, dijo que Nissan invertirá para “crear resistencia”, reestructurando las cadenas de suministro y los niveles de inventario para poder satisfacer mejor la demanda. Pero Gupta advirtió que la crisis de escasez de chips no se solucionará durante algún tiempo.
Dijo que también hay que abordar el aumento de los costes de las materias primas, y señaló que Nissan “avanza con un optimismo cauteloso”. El yen barato servirá de “viento de cola”, dijo Gupta. Un yen a la baja aumenta el valor de los beneficios de los fabricantes japoneses en el extranjero.
Nissan, que fabrica los coches eléctricos Leaf, los vehículos utilitarios deportivos Rogue y los modelos de lujo Infiniti, espera que sus volúmenes de producción se recuperen en los próximos meses.
Prevé un beneficio neto de 150.000 millones de yenes (1.100 millones de dólares) para el ejercicio fiscal que finaliza en marzo del año que viene, lo que supone un descenso del 30% respecto al año anterior.
“En el primer trimestre, el entorno empresarial siguió siendo más difícil de lo esperado. Creemos que nuestro progreso en este entorno es la prueba de que los cimientos del negocio de Nissan se han reforzado de forma constante”, ha declarado el Consejero Delegado Makoto Uchida.
El principal fabricante de automóviles de Japón, Toyota Motor Corp., presenta sus resultados la próxima semana.
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Yuri Kageyama está en Twitter https://twitter.com/yurikageyama
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