Los casos de un virus “mortal” que está aumentando en el este de China no son motivo de alarma, según los científicos, en medio de comparaciones con el Covid-19.
Hasta ahora se han confirmado 35 casos de la enfermedad conocida como henipavirus de Langya (LayV), o Langya, entre los agricultores de dos provincias del este de China, sin que se haya registrado ninguna muerte.
Langya, que al parecer ha causado síntomas como tos, fatiga, dolores de cabeza y vómitos, es un miembro de la familia del virus Hendra y del virus Nipah. Puede causar “una enfermedad mortal en los seres humanos”, pero no parece tener resultados similares.
En un estudio publicado en la revista New England Journal of Medicine, los científicos chinos afirmaron que los agricultores no tuvieron contacto antes de ser diagnosticados con Langya y que no había indicios de contacto de persona a persona.
Esto significa que el nuevo virus emergente no parece estar propagándose de la misma manera que lo hizo el Covid-19 en la fase previa a la pandemia mundial.
“No hubo contacto estrecho ni historia de exposición común entre los pacientes”, escribieron los científicos en el estudio, “lo que sugiere que la infección en la población humana puede ser esporádica”.
Aunque se necesitan más investigaciones para comprender plenamente el virus Langya, otros científicos se han hecho eco de las conclusiones del estudio.
“En este momento, el LayV no parece en absoluto una repetición del COVID-19”, escribió François Balloux, director del Instituto de Genética del University College London (UCL), en un tweet.
“Pero es un recordatorio más de la amenaza inminente causada por los muchos patógenos que circulan en las poblaciones de animales salvajes y domésticos que tienen el potencial de infectar a los humanos”, continuó.
El estudio chino encontró rastros del virus Langya en el 27% de las musarañas tomadas durante el estudio, lo que sugiere que el pequeño mamífero -un conocido portador de virus similares- podría estar detrás de los casos recientes.
Balloux, director del UCL, añadió que era posible que Langya “hubiera pasado desapercibido hace 20 años” debido a los avances en la vigilancia e investigación de las enfermedades.
“La proporción de personas que mueren por enfermedades transmisibles ha disminuido durante décadas antes de Covid19”, escribió en el estudio. “El impacto de Covid se notará para 2020/21, pero no es obvio que se invierta la tendencia a largo plazo de disminución de las muertes por infecciones”.
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