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Los costarricenses votarán el domingo por un nuevo presidente en unas elecciones en las que aún no ha surgido un claro favorito entre los 25 candidatos y que se celebrarán en medio de los temores de una baja participación debido al aumento de los casos de COVID-19.
Los costarricenses también elegirán una nueva Asamblea Nacional en las elecciones, que se celebran días después de que el principal fiscal del país presentara documentos que buscan levantar la inmunidad del presidente saliente, Carlos Alvarado, para que pueda enfrentar cargos relacionados con la recolección de información personal de los ciudadanos. El mandatario no puede volver a postularse.
Una gran parte del electorado seguía indeciso en los últimos días antes de la votación en la nación centroamericana.
Si ningún candidato obtiene al menos el 40% de los votos, el 3 de abril se celebrará una segunda vuelta entre los dos primeros candidatos. Ningún candidato se acercó a ese umbral en los últimos sondeos.
Los costarricenses están frustrados por el alto desempleo, los recientes escándalos de corrupción pública y otro aumento de las infecciones por COVID-19, pero no se han volcado en un candidato.
Fabricio Alvarado, que perdió ante Carlos Alvarado en una segunda vuelta electoral hace cuatro años, se presenta esta vez por su partido Nueva República.
José María Figueres es el candidato del Partido de Liberación Nacional, fundado por su padre José Figueres Ferrer, que fue presidente del país en tres ocasiones en los años 40, 50 y 70.
El joven Figueres fue presidente de Costa Rica de 1994 a 1998, pero ha sido cuestionado por una comisión de consultoría de 900.000 dólares que recibió después de su presidencia de la empresa de telecomunicaciones Alcatel mientras competía por un contrato con la empresa nacional de electricidad. Nunca se le acusó de ningún delito y negó haber cometido ninguna infracción.
También está entre los aspirantes otra política con experiencia, Lineth Saborío por la Unidad Social Cristiana. Saborío fue vicepresidenta de Costa Rica durante el gobierno de Abel Pacheco de 2002 a 2006.
Anteriormente, Saborío dirigió el Departamento de Investigación Judicial de Costa Rica, que supervisa las investigaciones penales.
Además de la apatía de los votantes, la participación sigue siendo incierta porque los nuevos contagios de COVID-19 rondan los 6.000 al día. Un funcionario electoral había animado a los infectados a abstenerse de votar, pero otros han reconocido que no hay forma de evitar que la gente ejerza su derecho constitucional.
Está previsto que las urnas estén abiertas desde las 6 de la mañana hasta las 6 de la tarde del domingo. Los costarricenses que viven en el extranjero votaron el sábado en los consulados del país.
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