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Los empleados de Meta han expresado públicamente su frustración con la empresa matriz de Facebook después de que ésta anunciara una nueva política de compartir escritorios.
La empresa informó al personal de que iba a probar una “nueva experiencia de trabajo” como parte de un “lugar de trabajo en evolución”. La mayoría de los empleados no tendrán su propio lugar en la oficina, y en su lugar se les pedirá que reserven los escritorios antes de entrar, dijo Meta.
Pero el anuncio no tardó en suscitar las protestas del personal, que se opuso tanto a la propuesta como a la forma “cursi” e infantilizante en que se anunció.
Los empleados acusaron a la empresa de tener una “necesidad obsesiva de dar un giro positivo a las cosas” en uno de los numerosos comentarios críticos en la red social interna de Meta.
“¿Podemos dejarnos de tonterías y llamarlo reducción de costes? […] nadie está comprando esta nueva experiencia c***”, escribió otro.
El último anuncio se produce en medio de las crecientes tensiones entre el personal de Meta y su dirección, que ha anunciado explícitamente que buscará “subir un poco la temperatura”.
En junio, el director ejecutivo Mark Zuckerberg dijo que “probablemente hay un montón de gente en la empresa que no debería estar aquí”. Anunció entonces que “elevaría las expectativas y tendría objetivos más agresivos”, con la intención de hacer de la empresa un lugar más intenso para trabajar.
Esto ha provocado algunas reacciones de los empleados, que han expresado su frustración por la eliminación de algunas de las ventajas de la empresa, como las vacaciones adicionales que se dieron durante la pandemia y que se denominaron “Meta Days”.
Los empleados han acusado a la empresa de poner en marcha medidas de reducción de costes e intentar calificarlas positivamente como “nuevas experiencias”.
La decisión de pedir al personal que comparta los escritorios fue recibida con un escepticismo similar en los foros de discusión internos de Meta. “Juro por Dios que coger algo que funciona, sustituirlo por una alternativa horrible y que no funciona, y obligar a todo el mundo a mudarse, es algo tan propio de Meta”, escribió un empleado.
Otro acusó a la dirección de Meta de tener una “desconexión total y absoluta de la realidad”.
Algunos dijeron que entendían la decisión de cambiar la política y reducir costes, pero que anunciar el cambio como una “nueva experiencia” era “deshonesto” y parecía tratar a los empleados como niños. Sugirieron que Meta había anunciado de la misma manera cambios similares, como la reducción de la comida gratuita y del material de oficina.
En los mensajes, muchos empleados sugirieron que acabarían acudiendo menos a la oficina, como consecuencia de las dificultades adicionales que supondría encontrar y reservar nuevos escritorios y luego instalarse en ellos.
Muchas otras empresas ya han introducido medidas de reparto de escritorios, ya que los acuerdos de trabajo híbrido implican que el personal probablemente no esté en sus escritorios durante varios días a la semana.
En respuesta a los comentarios indignados, algunos miembros del personal de Meta sugirieron que el acuerdo probablemente no sería problemático una vez introducido, y señalaron que se había hecho con éxito en otras organizaciones.
A lo largo de la pandemia y a medida que el mundo se ha ido abriendo de nuevo, las empresas tecnológicas han estado a la vanguardia de las nuevas formas de trabajo. Meta, que entonces era conocida como Facebook, fue una de las primeras empresas en cerrar sus oficinas cuando la ola de coronavirus se acercó al Reino Unido y a los Estados Unidos, además de ser una de las primeras en adoptar políticas de trabajo permanente desde casa para aquellos que deseaban seguir haciéndolo después de que se abrieran los cierres.
Pero muchas de esas mismas empresas tecnológicas se están enfrentando a la oposición del personal al animar a la gente a volver a la oficina.
Los intentos de Apple de animar a la gente a volver a sus oficinas físicas se han encontrado con intensas críticas de los trabajadores, por ejemplo, que argumentan que la empresa no está siendo lo suficientemente atenta a sus necesidades.
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