Los gatos rusos están ahora prohibidos en las competiciones internacionales

Una organización internacional de gatos ha prohibido a los felinos rusos participar en competiciones tras la invasión de Ucrania por parte de Moscú.

La Federación Internacional Felina (FIFe) ha anunciado en un comunicado que está “conmocionada y horrorizada” por la situación que se está viviendo en Ucrania y que “no puede ser testigo de estas atrocidades y no hacer nada”.

“El Comité Ejecutivo de la FIFe está conmocionado y horrorizado por el hecho de que el ejército de la Federación Rusa haya invadido la República de Ucrania y haya iniciado una guerra”, dice el comunicado.

“Muchas personas inocentes murieron, muchas más están heridas y cientos de miles de ucranianos se ven obligados a huir de sus hogares para salvar sus vidas. Todos podemos ser testigos de la destrucción y el caos causados por este acto de agresión sin precedentes”, añadía.

Según la prohibición, cualquier gato criado en Rusia no puede ser importado ni registrado en su libro de pedigrí fuera del país. No sólo eso, sino que cualquier gato perteneciente a expositores que vivan en Rusia no podrá participar en ninguna exposición de la FIFe fuera del país, independientemente de dónde esté registrado.

Las restricciones estarán en vigor hasta el 31 de mayo y se revisarán en función de la situación.

La organización añadió que había decidido dedicar una parte de su presupuesto a apoyar a los criadores y colombófilos de Ucrania que están sufriendo a causa de la situación actual.

La FIFe, que se considera a sí misma las “Naciones Unidas de las Federaciones Felinas”, es un grupo internacional creado hace más de 70 años y celebra 700 exposiciones al año, con más de 200.000 gatos en exhibición, según su página web. Cuenta con 42 países miembros.

Hasta el momento, Rusia ha sido vetada por varias organizaciones internacionales, como la FIFA internacional, las competiciones europeas de fútbol de la UEFA y los próximos Juegos Paralímpicos de Invierno.

Estas prohibiciones, así como varias sanciones de los países occidentales, se produjeron después de que Moscú invadiera Ucrania el 24 de febrero, provocando un desastre sin precedentes en el antiguo país soviético, que obligó a huir a más de un millón de personas.

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