Varios hombres han abandonado las aulas y muchos profesores de las universidades afganas han dimitido en protesta por la medida de línea dura de los talibanes de no permitir la entrada de mujeres en los centros educativos.
Sin embargo, el ministro de Educación talibán ha defendido la decisión del régimen de impedir que las mujeres estudien en institutos y universidades culpando a las alumnas de no llevar el hiyab correctamente y de cursar asignaturas de ciencias que no se ajustan a la “cultura afgana”.
“Les dijimos a las chicas que llevaran un hiyab adecuado, pero no lo hicieron y llevaban vestidos como si fueran a una ceremonia de boda”, declaró el ministro de Educación del gobierno provisional, Nida Mohammad Nadim.
“Las niñas estudiaban agricultura e ingeniería, pero esto no encajaba con la cultura afgana. Las niñas deben aprender, pero no en áreas que van en contra del Islam y el honor afgano”, dijo el líder talibán el jueves, pocos días después de emitir la prohibición radical que prohíbe a las mujeres ir a la universidad hasta nuevo aviso.
Dijo que la medida, que priva a miles de mujeres de la educación, era “necesaria” para poner fin a la mezcla de géneros en las universidades que aún dirige el régimen.
Algunas de las asignaturas que se impartían también violaban los principios del Islam, afirmó. La principal concepción del Islam de los insurgentes ha sido la escuela Deobandi, conocida por ser una variante del Islam Hanafi fundada a mediados del siglo XIX.
El líder talibán, que ha trabajado para el grupo militante como ex gobernador provincial, jefe de policía y comandante militar, dijo que se opone a que las mujeres reciban educación, alegando que esto va en contra de los valores islámicos y afganos.
Alrededor de 60 profesores universitarios han dimitido de sus cargos, alegando injusticia hacia las mujeres del país, a las que parece que ya no les queda ninguna vía para educarse.
Varios estudiantes varones de estas universidades han sido vistos en vídeos en Twitter marchándose en solidaridad con sus homólogas femeninas.
“Tales maniobras [by the Taliban] me duelen mucho como profesor asociado de la universidad que pasó más de 10 años en el sector de la educación superior como estudiante y profesor. Dimitir de mi puesto era la última opción que tenía a mi disposición”, declaró Obaidullah Wardak, antiguo profesor de la universidad de Kabul.
Los combatientes talibanes armados han seguido acosando a las mujeres después de que se hiciera pública la decisión.
Poco después de la salida de la administración respaldada por Estados Unidos en Afganistán, los talibanes tomaron el poder y afirmaron que trabajarían para preservar los derechos de las niñas y las mujeres, prometiendo un régimen mucho más liberal. Pero las promesas parecen haber dado marcha atrás, como se ve en las políticas y acciones del régimen.
Las ejecuciones públicas, la flagelación, los latigazos a mujeres, las agresiones a músicos y el cierre de escuelas han vuelto a producirse un año después de que el grupo militante tomara el poder.
La comunidad internacional, incluidas varias naciones de mayoría musulmana como Arabia Saudí, Turquía y Qatar, han instado a los talibanes a reconsiderar su decisión.
Pero el ministro de Educación talibán dijo que los extranjeros deberían dejar de inmiscuirse en los asuntos del régimen.
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