Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts han desarrollado un sistema de refrigeración que no utiliza electricidad.
La “refrigeración pasiva”, como se denomina la técnica, podría preservar las cosechas de alimentos y complementar los acondicionadores de aire convencionales en los edificios, a la vez que sólo necesita una pequeña cantidad de agua para funcionar.
El sistema -que combina la refrigeración radiativa, la evaporativa y el aislamiento térmico en una pequeña carcasa de aspecto similar al de un panel solar- puede alcanzar 9,3 grados centígrados de refrigeración. Se compone de tres capas de material: una de un polietileno parecido a una esponja conocido como aerogel, una capa de hidrogel y, por último, una capa reflectante.
El aerogel es muy aislante, pero también permite el paso del vapor de agua, lo que enfría el sistema; debajo está el hidrogel -otro material similar a una esponja, pero cuyos espacios porosos están llenos de agua en lugar de aire- que proporciona la fuente de agua para la refrigeración por evaporación. La capa, parecida a un espejo, refleja entonces la luz solar que le llega, devolviéndola a través del dispositivo en lugar de dejar que caliente los materiales y reduciendo así su carga térmica.
El sistema se probó en un pequeño recinto de apenas 10 centímetros de diámetro, lo que, según los investigadores, demuestra su eficacia en condiciones no óptimas.
“Esta tecnología combina algunas de las buenas características de las tecnologías anteriores, como la refrigeración por evaporación y la refrigeración radiativa”, dijo el investigador postdoctoral del MIT Zhengmao Lu.
Esta combinación “muestra[s] que se puede conseguir una prolongación significativa de la vida útil de los alimentos, incluso en zonas con mucha humedad”, lo que limita las capacidades de los sistemas convencionales de refrigeración evaporativa o radiativa. Se afirma que la refrigeración podría utilizarse para almacenar alimentos hasta un 40% más en condiciones de humedad, y tres veces más en condiciones más secas.
Sin embargo, lo que frena esta tecnología es que el aerogel es caro de producir, debido a que necesita un equipo especial para eliminar los disolventes sin dañarlo. Es posible que la liofilización o el uso de materiales alternativos puedan proporcionar una función similar a un coste menor.
“El aerogel es el único material que es un producto del laboratorio que requiere un mayor desarrollo en términos de producción en masa”, dijo el Sr. Lu, pero no está claro cuánto tiempo llevaría esa investigación.
“Al combinar la refrigeración evaporativa, la refrigeración radiativa y el aislamiento, tiene un mejor rendimiento de refrigeración y puede ser eficaz en una gama más amplia de climas que la refrigeración evaporativa o la refrigeración radiativa por sí solas”, dijo Xiulin Ruan, profesor de ingeniería mecánica de la Universidad de Purdue.
“El trabajo podría atraer importantes aplicaciones prácticas, como en la conservación de alimentos, si el sistema puede fabricarse a un coste razonable”.
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