El influyente movimiento islamista tunecino Ennahdha rechazó el jueves las acusaciones de blanqueo de dinero y financiación del terrorismo después de que el banco central del país congelara las cuentas bancarias de una docena de altos cargos del partido.
El líder del partido, Rached Ghannouchi, ex presidente del parlamento tunecino que se ha enfrentado al presidente Kais Saied, fue uno de los afectados por la congelación de cuentas, que según las autoridades estaba dirigida a los sospechosos de tener vínculos con una organización benéfica llamada Nama Tounes.
El portavoz de Ennahdha, Imed Khemiri, calificó las acusaciones de “maniobra maliciosa” destinada a desviar la atención de la opinión pública de los problemas económicos y políticos de Túnez y a presentar a Ennahdha como “una amenaza”.
“La congelación de los activos financieros de Ghannouchi, así como de un cierto número de dirigentes de Ennahdha, no tiene ninguna base legal, sino que es un objetivo deliberado del movimiento”, dijo el portavoz.
En un comunicado, Ennahdha afirmó que Ghannouchi ya hizo una declaración de sus bienes y que todas sus transacciones bancarias son legales. El partido dijo que asegura que no ha recibido ningún dinero de dentro o fuera del país y que no ha hecho ninguna transferencia a las cuentas de la organización benéfica.
La lista de personas cuyas cuentas fueron congeladas incluye al hijo, la hija y el yerno de Ghannouchi, así como al ex primer ministro Hamadi Jebali, sus dos hijas y su esposa.
El portavoz del partido dijo que las acusaciones tenían como objetivo distraer la atención de un referéndum del 25 de julio planeado por el presidente para cambiar la constitución y aumentar los poderes presidenciales y reducir el papel del parlamento y del primer ministro. Los críticos del presidente dicen que intenta legitimar un “golpe de estado”.
Saied suspendió el parlamento el año pasado y se hizo con amplios poderes en una medida que dijo era necesaria para “salvar al país” de la crisis política y económica. Esto suscitó las críticas de la oposición, que le acusa de haber caído en el totalitarismo.
Saied y algunos otros culparon a Ennahdha en parte de la crisis política de Túnez del año pasado. Ennahdha, que dominaba el parlamento antes de ser suspendido, es uno de los críticos más acérrimos del presidente.
Ghannouchi ha sido citado para comparecer ante un juez antiterrorista el 19 de julio en relación con una investigación sobre financiación del terrorismo y blanqueo de dinero, según funcionarios judiciales.
Khemiri expresó su preocupación por la posibilidad de que el poder ejecutivo manipule el sistema judicial en contra de Ennahdha, después de que el presidente despidiera recientemente a 57 jueces y estableciera un nuevo consejo para supervisar el poder judicial.
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