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El Senado de Georgia, controlado por los republicanos, votó el lunes a favor de erigir un monumento al juez conservador del Tribunal Supremo de Estados Unidos y nativo de Georgia, Clarence Thomas, tras un acalorado debate y las objeciones de varios senadores negros, uno de los cuales calificó a Thomas de “hipócrita y traidor.”
El monumento se financiaría con donaciones privadas y se erigiría en algún lugar del Capitolio estatal si la medida recibiera la aprobación final. Fue aprobada por 32 votos a favor y 21 en contra y ahora pasa a la Cámara de Representantes del estado para su consideración.
Las estatuas que honran a las personas en el Capitolio del estado se colocan generalmente después de su muerte. Algunos opositores al monumento a Thomas dijeron que los legisladores deberían esperar al menos hasta que se jubile.
Eso es porque no se sabe “qué más va a surgir en la vida de un individuo”, dijo la senadora estatal Nan Orrock, demócrata de Atlanta. “Si le pones una estatua, no querrás derribarla después si las cosas van mal, si la persona se desvía”.
El ex presidente Jimmy Carter, de 97 años, tiene una estatua en el Capitolio del Estado, un raro honor para alguien que aún vive. Su estatura le hizo merecedor de un monumento y lo mismo ocurre con Thomas, dijo el senador estatal Ben Watson, un republicano de Savannah que copatrocinó el proyecto de ley para Thomas.
“No estoy de acuerdo con todo lo que hizo el presidente Carter. Es un gran georgiano y un presidente del que deberíamos estar orgullosos”, dijo Watson. “Espero que sienta lo mismo por el juez Thomas. Es una persona maravillosa”.
Thomas nació en Pin Point, Georgia, y creció en Savannah. Fue nominado al Tribunal Supremo de EE.UU. por el presidente George H.W. Bush en 1991 y se convirtió en el segundo juez negro del tribunal.
Durante los últimos 30 años, ha estado entre los jueces más conservadores del Tribunal Supremo y ahora ejerce una influencia considerable con la incorporación de tres designados por el ex presidente Donald Trump que han movido el tribunal más a la derecha.
Thomas ha pedido a los jueces que anulen la histórica decisión de Roe contra Wade, que amplió el derecho al aborto en todo el país.
También se ha opuesto a la acción afirmativa y a una parte clave de la legislación sobre el derecho al voto promulgada durante el movimiento por los derechos civiles. Estas posturas provocaron el lunes las críticas de la senadora estatal demócrata Nikki Merritt, que dijo que socavaban a los afroamericanos.
“No es que tengamos un problema de que sea un conservador o un republicano”, dijo Merritt, que es negra. “Creemos que es un hipócrita y un traidor”.
Añadió: “Parece que la América blanca sigue queriendo promover al juez Thomas, pero vemos más pruebas en las que una y otra vez subvierte las luchas de los estadounidenses negros.”
Merritt también citó las acusaciones de acoso sexual contra Thomas por parte de la ex empleada Anita Hill durante su magullada audiencia de confirmación en 1991, acusaciones que él negó.
Más tarde, Watson criticó los comentarios de Merritt como una “pérdida de tiempo” y “insultos”. Según su proyecto de ley, un comité de legisladores estatales designados por el presidente de la Cámara, el gobernador y el vicegobernador -todos ellos actualmente republicanos- tendría la última palabra sobre el diseño y la colocación del monumento a Thomas.
El senador estatal republicano Brian Strickland dijo que un monumento reconocería la historia de la vida de Thomas y su ascenso desde la pobreza hasta la Corte Suprema.
“La historia del juez Thomas es una historia de Georgia”, dijo. “La historia de quién es, no una decisión de la Corte Suprema en la que escribió en 30 años allí arriba, no acusaciones lanzadas contra él en audiencias hace más de 30 años”.
El senador estatal Emanuel Jones, que también es negro, dijo que le encantó escuchar cómo creció Thomas. Muchos legisladores negros enfrentaron luchas similares, dijo, “pero no hemos olvidado de dónde venimos.”
Jones, demócrata, citó opiniones de Thomas que, según él, perjudicarían a los afroamericanos.
“No estamos aquí hablando del juez Thomas como hombre”, dijo. “Todos tenemos un gran respeto por sus muchos logros. Son sus políticas. Son sus sentencias. Son sus decisiones las que encontramos extremadamente ofensivas”.
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