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El presidente de China, Xi Jinping, el de Rusia, Vladimir Putin, y los líderes de la India y de los países de Asia Central se dirigieron el jueves a Uzbekistán para celebrar una cumbre de un grupo de seguridad formado por Pekín y Moscú como contrapeso a la influencia de Estados Unidos.
La reunión de la Organización de Cooperación de Shanghai, formada por ocho países, se produce en un momento en el que Putin está aislado en el extranjero tras su invasión de Ucrania. Las relaciones de Pekín con Washington, Europa, Japón y la India son tensas por disputas sobre tecnología, seguridad y territorio.
El acto en el antiguo sultanato de Samarcanda forma parte del primer viaje al extranjero de Xi desde el estallido de la pandemia de coronavirus hace dos años y medio, lo que subraya el deseo de Pekín de reafirmarse como potencia regional.
Xi fue recibido en el aeropuerto de Samarcanda por el presidente uzbeko, Shavkat Mirziyoyev, informó la agencia oficial china de noticias Xinhua. Los músicos tocaron una fanfarria con karnays, un instrumento de viento tradicional que se asemeja a una trompeta larga.
Putin y Xi tenían previsto reunirse a solas y hablar de Ucrania, según el asesor de asuntos exteriores del presidente ruso.
El primer ministro indio, Narendra Modi, tenía previsto llegar el jueves, según su Gobierno, aunque no se indicó si podría reunirse por separado con Xi o con Putin.
Las relaciones entre China e India son tensas debido a los enfrentamientos entre soldados de ambas partes en una disputa por una frontera en una zona remota del Himalaya.
Otros gobiernos de la OCS son Kazajstán, Kirguistán, Pakistán y Tayikistán. Entre los observadores se encuentran Irán y Afganistán.
El líder chino está promoviendo una “Iniciativa de Seguridad Global” anunciada en abril tras la formación de la Cuadrilateral por parte de Washington, Japón, Australia e India en respuesta a la política exterior más asertiva de Pekín. Xi ha dado pocos detalles, pero los funcionarios estadounidenses se quejan de que se hace eco de los argumentos rusos en apoyo del ataque de Moscú a Ucrania.
La región es parte de la multimillonaria Iniciativa del Cinturón y la Ruta de China para expandir el comercio mediante la construcción de puertos, ferrocarriles y otras infraestructuras a través de un arco de docenas de países desde el Pacífico Sur a través de Asia hasta Oriente Medio, Europa y África.
Las incursiones económicas de China en Asia Central han alimentado el malestar de Rusia, que considera la región como su esfera de influencia. Kazajstán y sus vecinos intentan atraer las inversiones chinas sin molestar a Moscú.
Xi realizó el miércoles una visita de un día a Kazajistán de camino a Uzbekistán.
El Papa Francisco estuvo en Kazajistán al mismo tiempo que Xi, pero no se reunieron.
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