La decisión de Vladimir Putin de ordenar la entrada del ejército en las regiones separatistas de Luhansk y Donetsk, en manos de los rebeldes en el este de Ucrania, provocó una oleada de denuncias por parte de los líderes mundiales, y muchos pidieron que se actuara.
Varios pidieron la necesidad de defender la soberanía y el territorio de Ucrania, mientras que muchos advirtieron contra la guerra total.
“Un enfrentamiento militar en contra de los deseos de la comunidad internacional tendría enormes ramificaciones en la política y la economía no sólo de Europa, sino de todo el mundo”, dijo el presidente surcoreano Moon Jae-in.
Añadió que hay que respetar la soberanía y el territorio de Kiev.
Kenia emitió una de las condenas más duras contra las acciones rusas. El enviado del país, señalando que el Consejo de Seguridad de la ONU se había reunido a última hora de la noche del lunes, dijo que un orden mundial multilateral yacía “en su lecho de muerte esta noche”.
Kenia es actualmente un miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU.
“La integridad territorial y la soberanía de Ucrania siguen siendo violadas. La carta de las Naciones Unidas sigue marchitándose bajo el implacable asalto de los poderosos”, dijo Martin Kimani, enviado del país a la ONU, en un comunicado.
“En un momento es invocada con reverencia por los mismos países que luego le dan la espalda en pos de objetivos diametralmente opuestos a la paz y la seguridad internacionales”, añadió.
“El multilateralismo se encuentra esta noche en su lecho de muerte. Ha sido asaltado, como lo han sido otros estados poderosos en el pasado reciente”.
Japón, la tercera economía del mundo, dijo que las acciones de Putin eran “inaceptables” y ha respaldado la soberanía territorial de Ucrania.
El primer ministro, Fumio Kishida, dijo que su administración discutiría posibles “acciones severas”, aparte de las sanciones que está deliberando la comunidad internacional, y que los acontecimientos en la región estaban siendo observados con gran preocupación.
Nueva Zelanda también rechazó enérgicamente la medida de Rusia. La ministra de Asuntos Exteriores, Nanaia Mahuta, dijo que el derecho internacional no permite a Putin declarar la independencia de Donetsk y Luhansk.
Mahuta pidió esfuerzos diplomáticos urgentes para encontrar una solución pacífica: “Nos preocupa que se trate de un acto calculado por el presidente Putin para crear un pretexto para la invasión, que sería un claro acto de agresión”.
Rusia debe “retirarse incondicionalmente” del territorio ucraniano y dejar de amenazar a sus vecinos, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, advirtiendo que el país actuará muy rápidamente para castigar a Rusia.
Las acciones de Rusia, dijo el Sr. Morrison, eran “inaceptables; no provocadas e injustificadas”.
Turquía, de la OTAN, dijo que la decisión de Rusia era “inaceptable”.
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