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Los líderes políticos australianos pidieron disculpas al personal que ha soportado décadas de intimidación, acoso y agresiones sexuales dentro de la Casa del Parlamento y otras oficinas gubernamentales.
Los presidentes de la Cámara de Representantes y del Senado presentaron el martes las disculpas en nombre de un grupo de partidos como parte de una declaración en la que reconocen una cultura tóxica en el lugar de trabajo.
Dicha cultura fue puesta al descubierto por la investigación de la comisaria australiana de Discriminación Sexual, Kate Jenkins.
La investigación fue desencadenada por la ex empleada del gobierno Brittany Higgins, que hizo pública hace un año su denuncia de que había sido violada por un colega de mayor rango en la oficina de un ministro en la Casa del Parlamento semanas antes de las elecciones de 2019.
Higgins dijo que sintió que tenía que elegir entre denunciar sus acusaciones a la policía o continuar su carrera. Dejó su trabajo en el gobierno en enero del año pasado y denunció su acusación a la policía.
Higgins fue una de las siete mujeres a las que se les concedió la exención de la prohibición de sentarse en la tribuna pública de la Cámara.
El primer ministro Scott Morrison agradeció a Higgins la valentía que había demostrado al hacer sus denuncias.
“Lo siento. Lo sentimos. Lo siento por la Sra. Higgins por las cosas terribles que tuvieron lugar aquí”, dijo Morrison en el Parlamento.
“El lugar que debería haber sido un lugar de seguridad y contribución se convirtió en una pesadilla. Pero lo siento por mucho más que eso. Por todos los que vinieron antes que la Sra. Higgins y soportaron lo mismo, pero ella tuvo el valor de hablar, y por eso estamos aquí”, añadió Morrison.
Associated Press no suele identificar a las presuntas víctimas de agresiones sexuales, pero Higgins ha decidido identificarse en los medios de comunicación.
Más de 1.700 personas hicieron contribuciones al informe de Jenkins, incluyendo a funcionarios pasados y actuales.
Su informe reveló que el 37% de las personas que actualmente trabajan en el parlamento han sufrido intimidación y el 33% han sufrido acoso sexual.
El viceprimer ministro Barnaby Joyce dijo al Parlamento que se sumaba a las disculpas y a “reconocer que lo haremos mejor”.
Las revelaciones en 2018 de que Joyce estaba esperando un bebé con la ex secretaria de prensa Vikki Campion llevaron al entonces primer ministro Malcolm Turnbull a prohibir a sus ministros tener relaciones sexuales con el personal. Morrison ha mantenido la prohibición.
Joyce en 2018 estaba casado y tenía cuatro hijos. Desde entonces se ha casado con Campion, con quien ha tenido dos hijos.
El presidente de la Cámara, Andrew Wallace, dijo que ya se estaban tomando medidas para mejorar la cultura laboral.
El año pasado se estableció un proceso de quejas independiente. Los legisladores y el personal también han recibido formación profesional en el lugar de trabajo, dijo Wallace.
El ex colega de Higgins, Bruce Lehrmann, se ha declarado no culpable de un cargo de relaciones sexuales sin consentimiento y está previsto que sea juzgado en un tribunal de Canberra en junio.
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