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Un grupo de migrantes ha sido enviado en autobús desde Texas y dejado frente a la residencia del vicepresidente en Washington, DC, por segunda vez esta semana.
Otros 50 migrantes fueron conducidos el sábado por la mañana al Observatorio Naval, donde viven Kamala Harris y el Segundo Caballero Doug Emhoff, en el noroeste de Washington.
Los migrantes procedían en su mayoría de Venezuela, y uno de los llegados era un bebé de un mes. Fueron recogidos por trabajadores humanitarios que los llevaron a un refugio, informó Fox News Digital.
También se enviaron cuatro autobuses a la ciudad de Nueva York, mientras los gobernadores republicanos han sido criticados por utilizar a seres humanos como peones políticos en un juego cínico.
Dos autobuses con migrantes llegaron por primera vez al Observatorio Naval el jueves por la mañana.
El Observatorio Naval es la residencia designada por el vicepresidente desde 1974.
Algunos de los migrantes llevados inicialmente a la residencia fueron recogidos en Eagle Pass, Texas, después de que los autobuses partieran de Del Río. Ambas ciudades están situadas en la frontera con México.
Fox News Digital informó que los migrantes que llegaron el jueves provenían de Venezuela, Uruguay, Colombia y México. El medio conservador informó que algunos de los migrantes dijeron que creen que la frontera está abierta.
Los autobuses llegaron a la capital estadounidense poco después de que el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis enviara dos aviones con migrantes a Martha’s Vineyard, una isla de la costa de Massachusetts, el miércoles.
En un intento de hacer hincapié en el control de las fronteras, los gobernadores de derechas han estado enviando migrantes a zonas progresistas.
En declaraciones a Vice News el viernes, la Sra. Harris dijo que “estos son trucos políticos con seres humanos reales que están huyendo del daño”.
“Creo que es el colmo de la irresponsabilidad… francamente, una negligencia del deber, cuando se es un líder elegido, para jugar ese tipo de juegos con la vida humana”, añadió.
“Había niños, personas a las que se subía a un autobús o a un avión y que no sabían a dónde iban o a dónde se les enviaba. Seres humanos, personas reales que han huido del daño, que han venido a los Estados Unidos de América en busca de refugio, de asilo”, dijo la Sra. Harris Vice.
“Bajo la administración anterior, diezmaron un sistema que fue diseñado para abordar la inmigración”, añadió. “Y por eso hemos dedicado en los últimos 18 meses una cantidad increíble de tiempo y trabajo y recursos para reconstruir ese sistema. La primera ley que ofrecimos, en enero del año pasado, era una vía para la ciudadanía. La gente está jugando juegos políticos con eso, y no va a ninguna parte”.
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