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Un general ruso de alto rango habría dicho a funcionarios estadounidenses en Moscú que estaba “muy deprimido” por la “trágica” situación en Ucrania, en lo que se describió como un raro arrebato de emoción.
Citando una lectura de una reunión en persona entre funcionarios militares del Pentágono y del Kremlin en Moscú la semana pasada, CNN informó que dos agregados de defensa estadounidenses se mostraron sorprendidos por el “momento revelador” del general.
La reunión con el general de división ruso Yevgeny Ilyin, jefe adjunto de la principal dirección de cooperación internacional, se produjo en medio de las acusaciones de que un ataque con misiles de Ucrania mató a 23 civiles en la región de Donetsk, controlada por los rebeldes.
La lectura señaló que los agregados pensaron que el general Ilyin se detuvo justo antes de acusar a Estados Unidos y Ucrania de atrocidades contra su familia, que tiene raíces en la región de Donetsk que supuestamente fue bombardeada la semana pasada.
Aunque sus comentarios se han interpretado como un ejemplo de la baja moral de los altos mandos militares rusos, no quedó claro en los informes de la lectura si el momento no guionizado estaba dirigido al progreso de la invasión de Moscú o a los supuestos “crímenes de guerra” de Kiev en Donetsk, que Ucrania niega.
El Ministerio de Defensa ruso dijo que 23 civiles habían muerto, y 28 resultaron heridos, cuando un misil ucraniano Tochka-U fue interceptado sobre Donetsk.
El líder separatista local, Denis Pushilin, declaró a la cadena rusa Rossiya 24 que partes del cohete habían caído en el centro de la ciudad, donde la gente hacía cola en un cajero automático y en una parada de autobús.
“Hay niños entre los muertos”, añadió Pushilin.
Ni los relatos rusos ni los ucranianos sobre el ataque con misiles o las víctimas civiles han sido verificados de forma independiente.
La “tensa” reunión cara a cara, celebrada la misma semana, fue una de las pocas interacciones entre funcionarios de defensa estadounidenses y rusos.
Los repetidos intentos de los líderes militares estadounidenses de hablar con sus homólogos rusos por teléfono en un “canal de desconflicción” han quedado sin respuesta desde el inicio de la guerra el 24 de febrero, según el portavoz del Pentágono John Kirby.
Al final de la reunión en persona de la semana pasada, uno de los funcionarios estadounidenses “preguntó casualmente” por la familia del general Ilyin, que nació en la región ucraniana de Dnipropetrovsk antes de trasladarse con su familia a Donetsk, donde fue a la escuela.
La “conducta estoica del general Ilyin se tornó repentinamente enrojecida y agitada”. Dijo que la situación actual en Ucrania es “trágica y estoy muy deprimido por ello” antes de marcharse sin estrechar la mano, según la información de la CNN sobre la lectura.
Después de que los agregados estadounidenses concluyeran que su emoción estaba dirigida a las atrocidades cometidas contra su familia, uno de ellos escribió: “El fuego en sus ojos y el comportamiento nervioso dejaron un escalofrío en la columna vertebral”.
A otro asistente se le “cayó la mandíbula”, y ambos informaron de que nunca habían “presenciado un arrebato semejante por parte de sus homólogos rusos en una reunión oficial”.
La información sobre la reunión no incluyó el ataque con misiles a la región de Donetsk, donde el general Ilyin vivía con su familia, sino que dejó como “poco claro” lo que provocó la reacción y los signos visibles de estrés.
“Como mínimo, está claro que los problemas de moral entre las fuerzas rusas no se limitan a las tropas de primera línea”, concluye la lectura.
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