Los monos hacen estragos en una ciudad del suroeste de Japón, atacando al menos a 58 personas en sólo tres semanas.
Los habitantes de la ciudad de Yamaguchi se han visto aterrorizados por estos violentos primates, y los informes denuncian que los macacos japoneses -también conocidos como monos de las nieves- están arrebatando bebés, mordiendo y arañando la carne, y colándose en las guarderías.
Las autoridades de la región están contratando una unidad especial para cazar a los animales con pistolas tranquilizantes después de que fracasaran los intentos de capturar a los monos con trampas. Las trampas no han funcionado ya que, según se informa, los monos no están interesados en la comida.
Las lesiones van desde mordeduras en el cuello o el estómago hasta arañazos en manos y piernas. Hasta ahora no se han registrado lesiones graves.
Las autoridades dicen que los monos a menudo han atacado específicamente a los niños o a los ancianos. “Son muy inteligentes y tienden a acercarse sigilosamente y atacar por detrás, a menudo agarrándose a las piernas”, dijo el miércoles Masato Saito, funcionario del ayuntamiento de Yamaguchi.
“Recientemente, hemos sabido de casos en los que el mono se ha aferrado a la pierna de una persona y, una vez que ésta trata de quitárselo de encima, le muerde, o le saltan por detrás”.
“Nunca he visto algo así en toda mi vida”.
En uno de los ataques, una mujer que estaba colgando la ropa para secarla en su terraza fue asaltada por un mono.
Otra víctima mostraba los dedos de los pies vendados y recordaba haberse quedado sorprendida por lo grandes y gordos que eran los monos.
La policía consiguió atrapar a un mono con una pistola tranquilizadora el martes. El mono macho medía 1,6 pies y pesaba 7 kg.
Las autoridades lo sacrificaron tras concluir que era uno de los monos atacantes basándose en varias pruebas. Sin embargo, los ataques continuaron.
Las autoridades dicen que cuando se enfrenta a un mono, una persona no debe mirarlo a los ojos. “Hay que hacerse ver lo más grande posible, por ejemplo abriendo el abrigo, y luego retroceder lo más silenciosamente posible sin hacer movimientos bruscos”, dijo el Sr. Saito.
Los macacos japoneses son comunes en gran parte del país, ya que una buena parte del territorio del archipiélago son montañas y bosques, aunque el país esté industrializado y sea urbano.
Los expertos en fauna silvestre afirman que estos monos han convivido con los humanos desde el periodo Edo, entre principios del siglo XVII y 1867. Estos ataques violentos de los monos son inusuales en las ciudades, ya que los macacos japoneses suelen ser fotografiados bañándose pacíficamente en aguas termales.
Aunque las autoridades siguen tratando de determinar la razón del aumento del conflicto entre humanos y monos, los expertos afirman que el resurgimiento de las poblaciones de macacos y la disminución de sus hábitats naturales podrían ser un factor.
En su día estuvieron en la lista de especies vulnerables, pero la población de macacos japoneses ha aumentado recientemente. Ahora son una especie de “menor preocupación” en la lista de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Informes adicionales de las agencias
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