Los negocios con Rusia enturbian las primarias del Partido Republicano para el Senado en Ohio

Varios republicanos que compiten por la nominación del partido para presentarse al Senado de Estados Unidos en Ohio se enfrentan al escrutinio por sus vínculos con Rusia mientras el país intensifica su guerra contra Ucrania.

Gran parte de la atención se ha centrado en la ex presidenta del Partido Republicano de Ohio, Jane Timken, cuya familia del marido fundó una empresa que hace negocios en Rusia. Pero otros candidatos en la carrera para suceder al senador republicano que se retira, Rob Portman, incluyendo a J.D. Vance y Mike Gibbons, también tienen vínculos con negocios en Rusia que podrían convertirse en vulnerabilidades en las primarias del 3 de mayo.

Mientras que las cuestiones internas suelen dominar las contiendas políticas de mitad de mandato, la invasión de Rusia en Ucrania -con sus desgarradoras imágenes de víctimas civiles- se ha convertido en un tema animador de la competitiva carrera al Senado en Ohio, que cuenta con una gran población ucraniana-americana. En una carrera con varios candidatos millonarios, la guerra está poniendo de relieve los riesgos que conlleva ser rico y tener intereses de inversión enmarañados en países extranjeros.

El objetivo más fácil ha sido durante mucho tiempo Timken, cuyo marido forma parte del consejo de administración del fabricante de rodamientos de bolas, que figura en la lista Fortune 500, con sede en North Canton, Ohio. Incluso antes de Ucrania, sus adversarios trataron de inculpar a Timken Co. en sus negocios internacionales.

Timken Co. suspendió la semana pasada sus operaciones en Rusia, donde tiene una planta de fabricación y una relación de 8 años con United Wagon Co., un fabricante y proveedor de servicios de vagones de carga con sede en Moscú. La compañía firmó el acuerdo en 2014, alrededor del momento en que Rusia tomó Crimea.

Los PACs conservadores, que en su mayoría apoyan al republicano Josh Mandel en la carrera, pusieron en la picota a Timken en anuncios de ataque como “desvergonzada” por apoyar abiertamente a Ucrania y pedir sanciones duras a Rusia mientras ganaba dinero con sus inversiones en la empresa. Ha declarado ser propietaria de unas 2.800 acciones de Timken Co, cuya cotización subió inicialmente tras la invasión del 24 de febrero.

Después de que Timken criticara a Vance por su indiferencia ante el destino de Ucrania en los días previos a la invasión, un aliado de Vance tuiteó: “Ningún candidato tiene vínculos comerciales en Rusia, excepto Jane Timken. La empresa de su marido ha suministrado acero para sus tanques, ferrocarriles y militares”. Los ataques continuaron desde la izquierda, con un aliado sindical tratando de etiquetar a Timken como “Jane Rusia”.

Mandel, por su parte, cuestionó el enfoque de Estados Unidos en Ucrania, preguntando una semana antes de la invasión rusa: “¿Por qué Joe Biden está más preocupado por la frontera de Ucrania que por la nuestra?”

La portavoz de la campaña de Timken, Mandi Merritt, califica de injustos los ataques a Timken.

“Es una línea de ataque sin sentido que Jane sea de alguna manera responsable de cada decisión comercial de una empresa multimillonaria en la que ni siquiera ha trabajado”, dijo Merritt en un comunicado. “El historial de Jane defendiendo a Ucrania y defendiendo a los habitantes de Ohio no tiene parangón”.

Portman, copresidente del Caucus de Ucrania del Senado, ha respaldado a Timken y ha hecho campaña con ella por el estado a principios de este mes.

Los intereses comerciales de Vance en Rusia son en realidad más directos.

En mayo de 2021, se unió a Peter Thiel y a otros destacados capitalistas de riesgo conservadores e invirtió en la plataforma de vídeo Rumble, una alternativa a YouTube favorecida por la derecha política. Después de que empresas tecnológicas como Meta y Twitter limitaran la red de noticias rusa controlada por el Estado, RT, para minimizar la difusión de propaganda, el gobierno ruso anunció que se pasaría a Rumble.

“Rumble ha apoyado sistemáticamente la libertad de expresión en su plataforma, incluso la expresión que puede considerar ofensiva”, dijo el portavoz de la campaña de Vance, Taylor Van Kirk, en un correo electrónico. Añadió que esto es “a diferencia de Twitter, que censura a un presidente estadounidense en ejercicio mientras permite que el Partido Comunista Chino, Corea del Norte y el Ayatolá Jomeini (por nombrar algunos) continúen con su propaganda.”

Gibbons, otro candidato al Senado, se está distanciando de un acuerdo comercial ruso anunciado por su empresa, Brown Gibbons Lang & Company, en 2011. La portavoz de la campaña, Samantha Cotten, dijo que BGL se limitó a promover la transacción de otro miembro de la asociación Global M&A, compuesta por 38 empresas.

La transacción -la venta de una participación del 57% en una planta de construcción de maquinaria bielorrusa a HMS Group, con sede en Moscú- “fue ejecutada exclusivamente por otra empresa”, dijo. HMS se especializa en tuberías para la industria petrolera rusa y uno de sus principales clientes es Gazprom, el gigante estatal del gas y propietario mayoritario del gasoducto Nord Stream 2, cuya operación fue suspendida a causa de la guerra.

Perdido en los ataques publicitarios contra Timken está el hecho de que su pretendido beneficiario, Mandel, ha tomadomiles de dólares en contribuciones de campaña de miembros de la familia Timken, empleados y PACs durante años.

Según los datos sobre la financiación de las campañas que ha puesto a disposición el Center for Responsive Politics, no partidista, también lo han hecho muchos otros candidatos en la papeleta de Ohio de 2022. Entre ellos se encuentran otros dos candidatos al Senado -el senador estatal republicano Matt Dolan y el demócrata más conocido en la carrera, el diputado federal Tim Ryan-, así como el gobernador republicano Mike DeWine y un rival en las primarias del GOP para gobernador, el ex diputado federal Jim Renacci.

Entre otros enredos, la empresa inmobiliaria que entonces era propiedad de la familia de la entonces esposa de Mandel, Alana, vendió su participación en los Brooklyn Nets y el Barclays Center al oligarca ruso Mikhail Prokhorov en 2016. El multimillonario ha vendido desde entonces los activos.

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La escritora de Associated Press Jill Colvin contribuyó a este informe desde Canton, Ohio.